Feijóo junto a su equipo de gobierno durante la toma de posesión
Feijóo junto a su equipo de gobierno durante la toma de posesión - M. MUÑIZ

El gobierno gallego toma posesiónFeijóo planteará «diálogo, consenso y altura de miras» en la relación Galicia-Estado

Señala el techo de gasto y el proyecto de Presupuestos como las prioridades del Ejecutivo entrante

Advierte a su equipo que «los servicios prestados ya no valen de nada» y que «el futuro hay que ganarlo día a día»

Santiago Actualizado: Guardar
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Punto final al gobierno gallego en funciones. Los nuevos conselleiros —que no lo son tanto, al no haber ningún cambio en el gabinete autonómico— prometieron ayer sus cargos en el Pazo de Raxoi, y desde ayer Galicia ya tiene un Ejecutivo en plenitud de facultades. A estos, Alberto Núñez Feijóo ya les puso su primera tarea: aprobar esta semana el techo de gasto para 2017 y rematar la elaboración del proyecto de Presupuestos —que ya está bastante avanzado— para el año próximo, con la intención de que entren en el Parlamento en diciembre para iniciar su tramitación legislativa. «Este gobierno no puede detenerse», apostilló.

Casi como una constante en todas sus intervenciones en este proceso de su tercera investidura, el presidente de la Xunta subrayó ayer nuevamente la importancia que en esta legislatura van a tener las relaciones con el Gobierno de España, que Galicia afrontará «con diálogo, consenso y altura de miras».

Está en juego el nuevo modelo de financiación autonómica, el sistema con el que la Comunidad sostendrá sus servicios básicos. Feijóo se ha referido a este aspecto en el pleno de la investidura, el sábado en su toma de posesión delante de Mariano Rajoy, y ayer de nuevo durante la jura del cargo de sus conselleiros.

Feijóo: «No estamos aquí porque podamos hacerlo todo solos, sino porque tenemos la mano tendida para hacerlo juntos»

A todos estos los hizo partícipes del éxito electoral del 25-S. «Los conselleiros ganaron su posición en el despacho, en la calle y en las urnas», si bien «el futuro habrá que ganarlo día a día». Eso sí, advirtió a su gabinete que «aquí no se está por lo hecho, sino por la tarea que está por delante», que habrá de afrontarse «con la motivación extraordinaria que recibimos de los gallegos en las urnas».

Feijóo insistió en la idea de que el gobierno de la Xunta no pertenece a ninguna sigla porque «su única guía es Galicia». «Que los gallegos sepan que no tenemos más compromisos que acertar y no nos debemos más que a los intereses generales» del país. De hecho, su aspiración es «que aquello que nos define como pueblo nos defina también como gobierno: solidaridad, sentidiño, espíritu de superación, convivencia, firmeza y lealtad».

En esta línea, consideró que la confianza dada por los ciudadanos en las urnas no es «un cheque en blanco» sino «un préstamo de la voluntad política de la gente» para cuatro años más. «No basta con que llevemos tres años creando empleo, con que nuestras empresas tengan mejores perspectivas, con que haya más ayudas públicas para las familias o que surgan más iniciativas para impulsar el rural para el futuro», apuntó desde un inconformismo que conjugó con una exigencia «de humildad» y de «decir siempre la verdad a los gallegos» para «poder mirarlos a los ojos».

Equipo más que gobierno

En nombre de los integrantes del gabinete tomó la palabra Alfonso Rueda, quien reconoció a Feijóo por «tener las manos libres para hacer el gobierno que quisiera, y al final elegiste que siguiésemos todos contigo», una decisión que les reportará «una vida dura», pero que asumirán «mientras quieras seguir contando con nosotros».

La continuidad de todos los miembros de su Ejecutivo no sorprendió a los conselleiros. El propio entorno de Feijóo reconocía que cualquier cambio sería admitir un fracaso en la gestión, y el presidente asegura estar satisfecho con el desempeño de sus diez elegidos, después de las tres últimas incorporaciones hace apenas un año. Las urnas le han dado la razón.

Rueda: «No se nos exigió más del doble de lo que el presidente se exige a sí mismo»

El vicepresidente de la Xunta — uno de los tres conselleiros que se mantiene desde el principio con Feijóo— se refirió a sus compañeros como «amigos» que «nos llevamos bien, nos apoyamos», y forman un equipo «en el que nadie compite con nadie». «Un marrón del gobierno lo es de todos», se sinceró Rueda, quien tuvo palabras de recuerdo para todas las personas que formaron parte del equipo en algún momento de las dos legislaturas ya transcurridas. «Me acuerdo de cómo llegamos aquí ocho novatos y un presidente aquel día de abril de 2009».

Por último, tras hacer un especial agradecimiento a las familias por soportar las exigencias del cargo, Rueda admitió que ni a él ni a sus colegas «se nos exigió más del doble de lo que el presidente se exige a sí mismo». «A tu gobierno hay que venir aprendido, pero contigo aprendemos a diario», finalizó.

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