José Luis Jiménez - PAZGUATO Y FINO
¡Endéudese!
El PSdeG ha pasado de reprocharle a Feijóo el alto endeudamiento de Galicia durante sus mandatos a pedirle que lo haga por 133 millones más... porque así lo manda Pedro Sánchez
Cuestión de números. El último «presupuesto anticrisis» del bipartito para 2009 dibujaba en el Excel 11.743 millones de euros para regar a Galicia de felicidad y buenos deseos, un milagro anticíclico con el que ir a la contra del resto del planeta. Luego llegó el bofetón de la realidad, una crisis que jibarizó los ingresos del Estado —y por extensión las transferencias a las autonomías— y la Xunta se vio en 2013 con apenas 9.100 millones de euros para gasto , y descuenten de ahí las hipotecas de pagar nóminas a funcionarios de administración, educación y sanidad. Alegrías, escasas.
El reproche que la izquierda contable le hacía a Feijóo era que su imagen de buen gestor estaba construida sobre los cimientos de un crecimiento exponencial de la deuda gallega durante su mandato. Se endeuda usted mucho, le afean en los debates presupuestarios, está dejando una herencia pesadísima para los bolsillos de los gallegos. Habría que preguntarle a la intelligentsia progre dónde estarían nuestra educación, dependencia o sanidad si no se hubiera recurrido a pedir dinero prestado , en concreto algo más de 6.000 millones de euros, durante el largo lustro de la crisis.
Tan pronto como ha podido —o sea, este año— la Xunta ha estabilizado sus cuentas con la idea de dejar de recurrir al endeudamiento y empezar a rebajar lo que se debe, porque ahora se puede pagar al tiempo que se garantiza un gasto público sostenible y suficiente —aunque para gastar siempre surgen ideas peregrinas, como cuando el bipartito pagaba canguros a papás que querían irse de cena sin los niños—. Pero he aquí que el PSOE no quiere devolver deuda, sino seguír pidiendo fiado. ¿Qué ha cambiado de hace un año a nuestro presente? Efectivamente, que ahora estamos en la «nueva época» de Pedro Sánchez. Si la derecha se endeuda hipoteca a los ciudadanos; si lo hace la izquierda, es para inversiones sociales y mejorar nuestras vidas. El cinismo ahora aplicado a la política presupuestaria.
Por eso tenemos a Gonzalo Caballero abrazando el mantra de que Feijóo «le falla a Galicia» sino se endeuda en 133 millones más , cuando sus portavoces económicos llevan años censurándole al presidente sus crecientes números rojos. Por eso el líder del PSdeG ha pasado de criticar a Rajoy por no presentar un nuevo modelo de financiación autonómica a aplaudir sin pudor que tampoco lo haga el Ejecutivo Sánchez porque ya no le da tiempo —¿y qué estuvo haciendo el PSOE mientras languidecía en la oposición?— , instalado en el parche y la patada hacia delante en los problemas reales de los españoles.
Los optimistas, sin embargo, estamos tranquilos: seguro que debajo del pútrido cadáver de Franco en Cuelgamuros aparece la fórmula mágica para una financiación que guste a todos los barones territoriales. Y esa, sin duda, es la razón de las prisas de Sánchez para desenterrar al dictador. Lo que empiezo a sospechar es que en la fosa de Franco debe haber una pila de documentos esenciales para el futuro de España: una nueva reforma laboral, la solución a la crisis migratoria, la financiación autonómica, un modelo sostenible de pensiones, la llave al conflicto catalán... Señor Sánchez, por favor, ya tarda en desahuciar a la momia.
