Convivencia

La Coruña quiere analizar el ADN de las heces de perro para multar a los propietarios incívicos

La medida conllevará la creación de un registro previo en el que figuren inscritos todos los dueños y sus mascotas

Un perro con su propietaria en un parque JAIME GARCÍA

ABC

El Ayuntamiento de La Coruña está estudiando la posibilidad de analizar el ADN de las heces de perros que estén en las calles para sancionar al propietario del can y mantener así los jardines y aceras de la ciudad limpios de excrementos. La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, ha detallado en declaraciones a Efe esta posible medida, con la que aspira a resolver «un problema no solo de higiene», sino «de salubridad, de feísmo y de incivismo».

Esta solución, que ya está implantada en otros lugares, conllevaría tener «un registro previo al que estarían obligados a pertenecer todos los dueños de perros» de La Coruña, lo que supondría la ventaja de que el Consistorio conocería «el número exacto de perros de la ciudad y su microchip», ha indicado. Por esta vía, también se solucionaría el problema de que haya perros sin microchip, ha explicado la edil, porque las personas que no registrasen a sus animales «acumularían varias sanciones».

El análisis de la deposición tirada en la calle, apunta, tendría un «efecto disuasorio» porque identificarían al responsable que aparte de la sanción pagaría el coste de la prueba de ADN. Esta opción «que está encima de la mesa no es la única posibilidad, pero quizás es una de las más novedosas», ha apuntado la edil, y también ha señalado que llevaría consigo «una campaña de concienciación y cooperación ciudadana para eliminar» el problema.

«Realmente es complejo por las armas administrativas que tenemos en este momento conseguir buenos resultados », ha precisado, ya que para sancionar a alguien ahora tiene que ser un policía el que vea la acción al momento, no valen denuncias de ciudadanos ni vídeos.

Además, Esther Fontán ha hecho hincapié en que «la gente tiene que pensar que donde un niño puede jugar en un campo no puede encontrarse con una deposición de un perro, porque es insalubre, sucio y no es normal, no es bueno».

En esta línea, ha manifestado que una respuesta recurrente por parte de la gente que ha sido llamada al orden por este tema es decir que «es abono», pero no, subraya, «es una deposición, el abono es otra cosa». Las deposiciones de perros en las calles representan «una queja recurrente por parte de los ciudadanos» y por ello la edil confía en «darle una respuesta más pronto que tarde a este tema que es tan molesto».

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