El arrestado se enfrenta a un delito de homicidio por imprudencia grave
El arrestado se enfrenta a un delito de homicidio por imprudencia grave - ROBERTO SOLSONA

Un conductor reincidente mata a un policía en un control de tráfico

El agente falleció en el acto y un compañero tuvo que saltar para no ser arrollado también

Santiago Actualizado: Guardar
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Un policía local de Carballo falleció en la madrugada de este sábado después de ser brutalmente arrollado por un conductor ebrio, que se dirigió contra él y contra un compañero mientras participaban en un control de alcoholemia en el entorno de las 5 de la madrugada. Según testigos presenciales, la víctima se encontraba junto con otros tres agentes en un control de verificación cuando fue atropellado por un turismo pilotado por un carballés de 56 años que arrojó una tasa de alcohol de 0,94 miligramos por litro de aire expirado. Uno de los policías que presenció el siniestro reconoció que el turismo se llevó al fallecido «por delante» y que otro efectivo que estaba a su lado «tuvo que saltar para no ser arrollado también».

Acerca del control policial, que apoyaba el dispositivo desplegado por la Guardia Civil por una verbena cercana, fuentes municipales indicaron que estaba «perfectamente señalizado», con «las luces encendidas en una recta con amplísima visibilidad», por lo que «no ha lugar a ninguna interpretación que no sea que por una absoluta negligencia por parte del conductor se cometiera este trágico accidente», sostienen.

Tres denuncias previas

Tras la detención del conductor, los efectivos locales comprobaron que contra el hombre constaban al menos tres denuncias por positivos por alcoholemia, el último un control en 2015 en el que arrojó un consumo de 1,16 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y por lo que le fue retirado el carnet. Los agentes también confirmaron en el punto del siniestro que el test de drogas al que fue sometido el acusado resultó negativo. Una vez efectuadas las comprobaciones, el arrestado fue dirigido a los calabozos de la La Coruña, desde donde hoy al filo de las 10 de la mañana será trasladado ante el juez encargado del caso. Se enfrenta a un delito de homicidio por imprudencia grave.

La víctima es un agente local de 50 años y natural de Cerceda, donde será enterrado. Su muerte dio paso a una gran conmoción en Carballo, desde donde el jefe de la Policía Local lamentó la «mala suerte» de este efectivo al morir realizando su trabajo. «Llevo aquí 35 años y jamás ocurrió una cosa como esta», afirmó antes del pleno extraordinario que se convocó en la tarde de ayer. Por su parte, el causante del trágico siniestro es natural de Suiza, aunque residente en Carballo. En el momento de atropello —que se produjo en un tramo limitado a 50 kilómetros por hora muy cerca del cementerio del municipio— conducía una furgoneta Peugeot Bipper. El vehículo fue requisado por la Guardia Civil para la elaboración del informe de atestados.

A falta de los resultados definitivos, las primeras suposiciones apuntan a que después de impactar contra el agente fallecido, el conductor lo arrastró unos cuantos metros antes de frenar el vehículo. El policía murió en el acto a causa de la gravedad de las heridas.

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