VIOLENCIA DE GÉNERO
Un agresor a su víctima: «De la cárcel se sale, del cementerio no»
Visto para sentencia el juicio de un hombre que asestó seis puñaladas a la que era su mujer después de saber que pretendía poner fin a la relación. La Fiscalía pide catorce años de prisión y su expulsión del país, al ser extranjero
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de La Coruña ha dejado este martes visto para sentencia el juicio contra un hombre acusado de intento de asesinato a la que todavía era su mujer y de la que estaba separándose después de 26 años de matrimonio. Él ya la había avisado con anterioridad: «De la cárcel se sale, del cementerio no». En el juicio, el acusado ha restado importancia a sus amenazas: «Eran términos coloquiales», ha matizado, que usaba para comentar determinadas noticias en televisión pero no contra su pareja.
Los hechos sucedieron en Carballo (La Coruña) en enero del año pasado, cuando el acusado intentó por seis veces acuchillar a su expareja con un objeto sin identificar por la espalda cuando esta se subía a su coche. La Fiscalía ha solicitado catorce años de cárcel —el hombre se encuentra ya en prisión provisional— y su expulsión del país, al tratarse de un ciudadano extranjero.
Según el relato de los hechos recogido en el escrito de acusación del Ministerio Público, el matrimonio mantenía una relación desde hacía 26 años, fruto de la cual tienen dos hijos mayores de edad. Desde noviembre de 2016 habían decidido separarse aunque seguían viviendo en la misma localidad de Carballo. «Durante el tiempo de convivencia no consta se produjeran malos tratos físicos —reconoce el fiscal— aunque fueron constantes las discusiones mantenidas manifestándose por parte del acusado una personalidad posesiva y celosa, habiendo llegado en alguna ocasión a manifestar (a su mujer) que si le dejaba “de la cárcel se sale pero del cementerio no”».
Sin embargo, el hombre «no asumía debidamente la ruptura haciéndose el encontradizo a veces» con su exmujer, «a la que en una ocasión (...) en uno de esos encuentros insultó llamándola “puta” y recriminándola que hiciera su vida y saliera por ahí». La víctima decidió no denunciar estos hechos cuando se produjeron. En la madrugada del 14 de enero de 2017, a la salida de una discoteca del municipio «el procesado siguió a escasa distancia a su todavía esposa, quien percibió que efectivamente iba detrás pero no le dio en ese momento mayor importancia, por lo que no pensó ni sospechó de ninguna manera que pudiera ser objeto de algún ataque por parte de su expareja».
La culpa, de la bebida
Este aprovechó el instante en que su exmujer entraba a su coche para acercarse a ella por la espalda «y con ánimo de acabar con su vida provisto de un instrumento corto-punzante que no ha podido ser localizado con posterioridad» la ataca hasta en seis ocasiones. La mujer «consiguió escapar del lugar» y regresar al bar para pedir auxilio. En la levedad de las lesiones tuvo que ver, según la Fiscalía, el hecho de que la víctima vistiera una cazadora de cuero que mitigó los ataques del arma punzante.
Durante la vista celebrada esta mañana en la Audiencia Provincial, el acusado ha dicho que esa noche había consumido más de una decena de cervezas, además de varias copas de whisky , y atribuyó lo sucedido a una recaída en el alcoholismo fruto de su separación. Ante el tribunal, el acusado M.E.R.V. ha reconocido «no recordar nada» de lo sucedido. Su exmujer ha relatado al tribunal cómo este hombre «se pone verbalmente violento cuando se alcoholiza» y una ocasión en que llegó a llamarla 21 veces después de su separación para interrogarla sobre «con quién estaba» rehaciendo su vida.
La acusación particular eleva la petición a 15 años y reclama una indemnización de 30.000 euros, mientras que la defensa entiende que no hubo «intención de matar» y reclama, como máximo, cinco años de prisión por lesiones, informa Ep.
