Tienda de Caramelo, en la calle compostelana de Doctor Teixeiro
Tienda de Caramelo, en la calle compostelana de Doctor Teixeiro - MUÑIZ

La cara y la cruz del sector textil gallego

El anuncio de liquidación de dos de las firmas más señeras del textil gallego, Caramelo y Viriato, ha caído como un jarro de agua fría en una industria que, no obstante, sigue ganando terreno tanto dentro como fuera de las fronteras españolas. Ahí están Pili Carrera, Adolfo Domínguez, Textil Lonia, Bimba y Lola o Roberto Verino, entre muchas otras. El mercado tiende a grandes grupos y hay compañías que no han sabido adaptarse a los cambios o no han acertado

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No todas las empresas del textil gallego han sabido adaptarse a los cambios que requiere el mercado, de ahí que en el sector no sorprendan noticias como las últimas conocidas al respecto de la liquidación de dos de sus firmas más señeras; Caramelo y Viriato. Es solo una de las razones a las que apuntan los expertos consultados por ABC para justificar la caída de varios de sus referentes en la última década. Otras son la fuerte dependencia del mercado español, extremo que las citadas han asumido como su principal hándicap, o incluso desaciertos en la gestión. Un «triste final» para ambas marcas, cuya estela seguirán otras que están pasando por serias dificultades y que no trasciende por ser menor su grado de conocimiento.

En este sentido, Alberto Rocha, secretario general del Clúster Textil Moda de Galicia (Cointega), apunta que «cada vez que cierra una empresa del sector tiene mayor repercusión mediática que la de cualquier otro, al igual que cuando las noticias son en positivo». Lo justifica poniendo en valor «su notoriedad en el mercado». Con todo, niega que estos «hechos puntuales» puedan entenderse como que la industria pasa por un mal momento. «Hay que diferenciar muy bien las empresas que arrastran crisis desde hace mucho tiempo. En los últimos 5 o 6 años, las que han caído se cuentan con los dedos de la mano, son muy pocas».

Enfrente, lideradas por Inditex, aunque el grupo fundado por Amancio Ortega juegue en otra liga, compañías que no solo han sabido hacerse un hueco en el mercado español, sino que crecen hasta conquistar los cinco continentes. Galicia lidera las exportaciones en este segmento, seguida de Cataluña y ganando en distancia. Ahí están Pili Carrera, Adolfo Domínguez, Textil Lonia, Bimba y Lola, Roberto Verino o Alba Conde, entre muchas otras.

«Hay una percepción cada vez más generalizada de que en Galicia se gestiona bien el negocio de la moda»
Alberto Rocha

«Como en todos los sectores, tanto la situación del mercado como el comportamiento del consumidor ha cambiado y es vital adaptarse a estos cambios y estar continuamente innovando para poder continuar. Además, es importante ampliar mercados y expandirse», aseguran a ABC fuentes de Pili Carrera, presente en 15 países con tienda monomarca. Pero el caso de esta compañía, líder en la producción y distribución de la moda infantil, no es aislado.

Así las cosas, desde Adolfo Domínguez (AD), al que la crisis económica ha golpeado con especial dureza sin que esta situación repercuta en su fama a nivel internacional, notan que «cada año nuestra posición en el exterior es más potente, sin dejar de lado el mercado nacional, que es prioritario».

Showroom de la firma Pili Carrera en la localidad pontevedresa de Mos
Showroom de la firma Pili Carrera en la localidad pontevedresa de Mos - MUÑIZ

Combinación de éxito

Son marcas que venden «calidad, valor añadido y un producto diferenciado» que las hace únicas en un mercado intermedio entre el low cost y el lujo, con precios premium. «Dentro del textil ocupamos un segmento más estratégico de precio, donde el cliente valora mucho la calidad», apuntan las fuentes consultadas de AD. Y coincide con el análisis que hace Rocha, que asegura que «Galicia ha sabido adaptarse muy bien, en términos generales al cambio de modelo industrial». Primero reorientando las empresas a gestionar bien la cadena de aprovisionamiento, más que a dedicarse a la producción; y ahora centrándose en la distribución, en cómo llegar al cliente. «Es una revolución entre tecnología y distribución», apunta.

«Hasta hace unos años la principal preocupación del sector era en qué formato debía estar, si con tiendas propias, en franquicia, en tiendas departamentales o multimarca. Hoy tienen todo esto y además tienen que estar en internet, en todos los dispositivos móviles y resultar atractivos», indica el secretario general del clúster, quien apunta que es una de las líneas en las que trabajan con el objetivo de impulsar desarrollos tecnológicos que sean accesibles para todas las empresas.

«Tanto el mercado como el consumidor han cambiado y es vital adaptarse y estar continuamente innovando»
Pili Carrera

A este respecto, según constata, hay una «gran preocupación» entre las pymes gallegas, la mayoría del sector textil gallego, ya que «el e-commerce juega un papel fundamental y está teniendo un crecimiento brutal», según Rocha, que matiza que «tan importante es para las marcas con tienda física estar en internet, como sucede al contrario. Cada vez son más las firmas que solo vendiendo online se dan cuenta que necesitan mayor presencia». «El único consuelo —añade— es que ésta es una guerra a nivel global».

«La era digital en la que vivimos hace imprescindible la venta online. Nosotros la inauguramos hace dos años y eso nos permite llegar a las ciudades donde no tenemos tienda y poder darle respuesta al cliente que quiere nuestro producto», señalan desde Pili Carrera.

Salvo en los casos concretos como Viriato o Caramelo, que han asumido e identificado respectivamente los errores cometidos, y «sin perder de vista a un cliente cada vez más exigente que quiere poder comprar por varios canales sus productos a un precio competitivo y a la vez verlos, probarlos y poder devolverlos», en opinión de Rocha «en Galicia las cosas se han hecho bien». «Hay que tener muy presente que si tu oferta no consigue llegar a un mercado que sea capaz de apreciar lo que le estas dando, un producto de calidad y diferenciado, y si el precio no acompaña, entonces estás muerto», reflexiona.

Identidad y diferenciación

En la necesidad de diferenciarse coinciden todos los consultados por este diario. Concretamente, desde Pili Carrera afirman que «la identidad es fundamental para una empresa de moda y nosotros tenemos muchas cosas que hacen que nuestro estilo sea único, que se identifique. Sobre todo, saber adaptarse a las tendencias y trabajar muy duro. Tener unas colecciones cuidadas, con un diseño impecable y con materias primas de alta calidad ayuda, pero es necesario mucha dedicación y mucho esfuerzo».

«Somos reconocidos por la calidad de nuestro producto y diseño, y el cliente nos valora como tal»
Adolfo Domínguez

Prueba del know how al que hace referencia Pili Carrera en su conversación, de medio siglo de historia en su caso, es la percepción generalizada de que «en Galicia se gestiona bien el negocio de la moda», tal y como asegura Rocha, y que influye muy positivamente en el hecho de que un comprador de tienda departamental o un gestor de una empresa que se dedique a franquiciar «tenga más apetencia por una marca de aquí que de otro lado». «En el caso gallego, el eslogan de moda y producto ha cambiado al de eficiencia en la gestión económica, que tiene que ver con el aprovisionamiento, producto y punto de venta», anota el representante del clúster textil, al tiempo que menciona a Pili Carrera y Nanos como ejemplos de empresas que «tienen perfectamente enfocado su modelo de negocio». También, en moda de adulto, destaca a Roberto Verino, para explicar que se trata más que de un diseñador de un empresario. Referentes de éxito en gestión, diferenciación de producto y posicionamiento de marca, entre un largo listado que no llega a acabar de nombrar.

Marcas, muchas de ellas que en los 80 se apoyaron en el plan de Intangibles del PSOE, y que no solo han sabido encontrar su hueco, sino que se mantienen imparables, incluso cuando los grandes grupos y el low cost vapulean el mix de canales han sido capaces de recuperar posiciones. «Detectamos un cierto hartazgo respecto a las grandes cadenas, de que sea siempre lo mismo, y de que crece el colectivo de personas que buscan cosas nuevas y distintas», apunta. Galicia presume de moda y tiene no pocas razones para ello.

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