José Luis Méndez Romeu - VER EL BOSQUE

Algo más sobre el Año Europeo del Patrimonio

Cada institución museística o similar depende de su propio esfuerzo y recursos, con frecuencia de ayudas municipales

El conselleiro de Cultura acaba de anunciar numerosas actividades de difusión del patrimonio cultural en el marco de una iniciativa comunitaria. Una oportunidad para revisar el estado en el que se encuentra el nuestro y las iniciativas para su mejor puesta en valor. En mayo de 2016 se aprobó una ley del Patrimonio Cultural de Galicia muy extensa y ambiciosa . También claramente burocrática. Pocas de sus previsiones se han desarrollado hasta hoy. Según datos oficiales, existen en Galicia 84 Museos y colecciones visitables, integrados en el llamado Sistema Galego de Museos, fuera del cual existe otro importante número de entidades, no cuantificado. Esas cifras incluyen tanto entidades oficiales como privadas, de la Iglesia o de fundaciones.

A esos dos grupos podemos añadir un ingente número de monumentos arquitectónicos como catedrales o iglesias, castillos, palacios o casas, murallas y castros , etc, de entre los cuales están catalogados unos 700 como Bienes de Interés Cultural, una categoría que teóricamente goza de mayor protección aunque en la práctica no se controla adecuadamente. La mayor parte son visitables, muchos bajo criterios museológicos modernos, otros con menos recursos se limitan a mostrar objetos o simplemente muestran el contenedor.

Durante las últimas semanas han sido noticia la crisis del Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO), abocado a una reformulación por falta de recursos o el cierre temporal del Museo Terras de Melide, por el mismo motivo. Periódicamente las deficiencias en el CGAI o el elevado coste de la Cidade da Cultura, hoy dedicada a otros menesteres, también son noticia . La Consellería de Cultura, tan escasa de ideas como de dineros, se ha desentendido de poner en valor globalmente esa riqueza, coordinarla y potenciarla, a pesar de lo que dice la norma legal vigente. Las Diputaciones, fieles a su historia, están al margen. Cada institución museística o similar depende de su propio esfuerzo y recursos, con frecuencia de ayudas municipales.

Actualmente, casi cualquier actividad es musealizable, existe un tejido profesional altamente cualificado Y después de tres décadas de construcción de equipamientos, la infraestructura cultural es muy buena. Sin embargo, nadie parece tener a su cargo potenciar el capital cultural que todo ello representa, con una perspectiva global del territorio gallego . Mantenimiento, restauración, musealización, divulgación, son tareas imprescindibles para dotar a esa riqueza patrimonial de utilidad ciudadana. Sin ignorar la responsabilidad inherente a los titulares dominicales de cada bien, sólo la Xunta dispone de competencias y recursos para la tarea de coordinación y ordenación .

En épocas de restricciones económicas no caben grandes inversiones. Pero si exigir de los poderes públicos imaginación para hacer más con los recursos disponibles. Coordinar, impulsar, valorar, son palabras tan necesarias para los directivos como planificar, ejecutar o controlar . La Constitución no atribuye la cultura a ninguna Administración en exclusiva sino que en su artículo 44 la reconoce como actividad concurrente. Sería deseable y nada lo impide, que la Xunta liderase la coordinación, que hasta la fecha ha rehuido, integrando a las demás instituciones titulares de bienes patrimoniales . A condición de que exista un plan con objetivos y recursos compartidos. Ideas modestas y de bajo coste para enriquecer los fastos de la conmemoración europea citada.

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