Imagen de la operación realizada por la Policía Nacional
Imagen de la operación realizada por la Policía Nacional - ABC
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Cae una red que vendía gominolas de metanfetamina

disponía de un búnker subterráneo, al que se accedía a través de una trampilla, de 450 metros de superficie

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Nuevo golpe al narcotráfico en la Comunidad Valenciana. En esta ocasión, la Policía Nacional ha desarticulado en la provincia de Valencia una banda, que actuaba también en Albacete y Sevilla, que se dedicaba al tráfico de estupefacientes y que vendía mentanfetamina en forma de gominola. Según informó la Policía, han sido detenidas 50 personas como integrantes de esta organización ilegal. Se han realizado 39 registros en el marco de la operación.

En los distintos inmuebles se han localizado 92 kilogramos de marihuana; más de 12 kilogramos de cocaína; 7.756 gramos de precursores y drogas de diseño; 297 gramos de heroína; un subfusil, ocho pistolas, una carabina y tres escopetas; así como más de 100.000 euros. Los arrestados habían fabricado un búnker en una vivienda, al que se accedía a través de una trampilla, con todos los elementos necesarios para cultivar marihuana.

Las investigaciones se iniciaron a mediados de abril de este año, cuando se tuvo conocimiento de que un hombre que residía en la localidad valenciana de Cheste aw distribuía metanfetamina en forma de gominolas. Con las primeras pesquisas se averiguó que formaba parte de un grupo segmentado en varias ramas.

El grupo, además de vender metanfetamina, traficaba con todo tipo de drogas, que adquiría a diferentes proveedores para distribuirlas a otros dedicados al menudeo de estupefacientes en las localidades de Valencia, Silla, Beniparrell, Alcacer, Carpesa, Torrente, Albacete y Sevilla. A finales de junio, los agentes averiguaron que el grupo investigado había tratado de asaltar hasta en seis ocasiones un chalé de la localidad de Guadassuar (Valencia), con la intención de robar las sustancias estupefacientes. Conocida esta información, los agentes llevaron a cabo un registro de la vivienda y comprobaron que esta disponía de un búnker subterráneo, al que se accedía a través de una trampilla, de 450 metros de superficie que estaba habilitado para el cultivo de marihuana. Cuando se accedió al domicilio, se hallaban en su interior tres personas que fueron arrestadas. Además los policías se incautaron de 450 plantas de marihuana, 150 gramos de resina de hachís, un subfusil, tres escopetas, abundante munición, 150 lámparas halógenas y 150 balastros.

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