Se traspasa bar por 190.000 euros. Razón: Manolo el del Bombo

El bar de Manolo el del Bombo en Valencia se traspasa por 190.000 euros. Así consta en un frío anuncio inmboliario en el portal Idealista que pone fin a veinte años detrás de una barra del establecimiento llamado «Tu museo deportivo». De hecho, a Manuel Cáceres Artesero (San Carlos del Valle, Ciudad Real, 15 de enero de 1949) nadie le conoce por sus apellidos desde que en 1982 saltó a la fama por su apoyo incondicional a la selección Española, acompañado por su inseparable bombo.

Hostelero de profesión y afincado desde muy joven en Valencia, Manolo comenzó a seguir al combinado nacional en la primera fase del Mundial de 1982 , que se disputó en la capital del Turia. Hace veinte años abrió su bar, situado frente al estadio de Mestalla. En 2011 estuvo a punto de echar el cierre por la ley que prohibía fumar en locales cerrados. Y allí mismo recogió su famoso bombo después de que se lo robaran en un partido de la selección española en Murcia. Cientos de anécdotas quedan atrás, escondida tras el anuncio de un portal inmboliario.

Manolo, que ya ha cumplido con creces la edad de jubilación y que el pasado año fue sometido a una intervención del corazón, ha pagado un alquiler durante todos estos años. Conforme avanzó el diario «Valencia Plaza» , quiso traspasar el negocio, pero la dueña ha optado por ponerlo a la venta antes de que el Valencia Club de Fútbol se mude a su nuevo estadio. Un traslado que todavía no tiene fecha.

El portal que oferta el bar donde Manolo ha servido cervezas y ha recibido a aficionados de toda España lo presenta como un local de 125 metros construidos, 100 metros cuadrados útiles, con una amplia zona diáfana de unos 70 metros cuadrados, además de dos baños y una cocina. Apostilla que «si buscas un local al que sacarle rentabilidad, este es un local perfecto, ya que por su ubicación tiene la clientela prácticamente asegurada».

Más allá de la ficha técnica, el local es un auténtico museo deportivo donde Manolo conserva, además de sus bombos , cientos de recuerdos, desde banderines a bufandas, recogidos durante sus cerca de cuarenta años como el hincha más célebre del fútbol español. El sueño de Manolo es que el nuevo propietario conserve la esencia del local, aunque sin su bombo ya nada será igual.