María José Mira - Altura de Mira

Sobrevolar problemas

«Me sorprende que hoy aún pueda haber alguien que no esté dispuesto a reivindicar que el Estado deba condonarnos una parte de la deuda»

Imagen de un pleno de las Cortes Valencianas sobre la financiación autonómica MIKEL PONCE

Cuando era pequeña me gustaba meterme en la cama y levitar. Me abstraía, hasta tal punto, que mi cuerpo seguía acostado y mi mente sobrevolaba sobre los acontecimientos y preocupaciones que entonces rondaban en mi cabeza o mi corazón. Provocaba una visión alejada -o desde arriba- tanto de mi misma como de las personas implicadas en cada acontecimiento. Por ejemplo, en mis viajes simulados contemplaba discusiones con alguno de mis hermanos o amigas, reacciones ante el comentario del rompecorazones de turno o incluso intentaba valorar cómo hubiese evolucionado mi forma de pensar ante las distintas realidades que creaba mi imaginación.

Asumía tanto el papel de sobrevoladora que, a veces, debía convencerme de que existían cuestiones que era imposible modificar porque ya habían sucedido. El exceso de televisión, ya por aquel entonces, me hacía ver la dificultad de retroceder tan fácilmente. Y digo tan fácilmente porque, la máquina para llevarme al pasado no existía en la realidad. Sin embargo, aprendí que los giros del destino podían lograrse simplemente cambiando mi actitud , moderando mi opinión o incluso pidiendo disculpas.

Con los años comprendí que todo era puro egoísmo, porque sólo quería borrar mis errores. Las personas que me rodeaban lo sabían y me perdonaban. Reconocer mis propios errores y presentar mis disculpas llegaba incluso a genenarme más satisfacción que evitar la equivocación. Siempre que la sangre no llegara al río, claro.

Los valencianos y valencianas sufrimos las consecuencias de un Sistema de Financiación Autonómica injusto y desequilibrado . Y esta realidad, concluida por el minucioso trabajo de expertos de todos los rincones de España, ha sido reconocida por toda la sociedad y reivindicada en diferentes ocasiones por la sociedad valenciana. Porque los 5 millones de españoles que vivimos en la Comunitat somos solidarios pero no somos tontos . Está bien hacer los cálculos teniendo en cuenta variables como las características de la población de cada región, la dispersión geográfica e incluso la temporalidad de determinadas necesidades de servicios públicos, pero la realidad es que estamos a la cola. Pero, como el Estado del Bienestar no puede hundirse, el Estado nos presta dinero y así vamos endeudándonos y, de paso, hace caja por los intereses que nos cobra. La situación se agrava cuando este pernicioso sistema provoca que la Comunitat tenga una deuda, principalmente con el Estado, de más de 45.000 millones de euros. Hasta aquí ninguna novedad.

Lo que me sorprende es que hoy aún pueda haber alguien que no esté dispuesto a reivindicar que el Estado deba condonarnos una parte de esa deuda, precisamente al menos la provocada por sufrir un sistema injusto y desequilibrado.

Y entonces es cuando tengo la esperanza de que ese alguien se acueste por las noches y sobrevuele sobre los acontecimientos y preocupaciones que en ese momento ronden por su cabeza o su corazón y, de alguna forma, provoque un giro al destino, simplemente cambiando su actitud, moderando su opinión o incluso pidiendo disculpas.

*María José Mira es secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación de la Generalitat Valenciana.

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