El sector crítico de Podemos presenta su propuesta de modelo federal para Vistalegre II

Tras la firma de líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, para pedir que la segunda Asamblea Ciudadana Estatal (conocida como Vistalegre II) que celebrará el partido previsiblemente en febrero sea «más democrática» (una tesis que defiende el secretario político, Íñigo Errejón), el sector crítico ha decidido mover ficha.

El plazo para presentar propuestas para la consulta ciudadana vinculante convocada por Pablo Iglesias finalizaba este jueves y la organización en Valencia ha decidido no perder su oportunidad aunque el tiempo conrriera en su contra.

La división entre «pablistas» y «errejonistas» no tiene una traslación literal en el territorio, pese a que la dirección autonómica esté más cerca de los segundos y la destituida exsecretaria de Organización, Sandra Mínguez, de los primeros.

Sin embargo, los críticos ya plantean una alternativa a Montiel y se están dando los primeros movimientos para evidenciar estas discrepancias.

El secretario general de Podem València, Jaime Paulino, ha expuesto este jueves (junto a otros cargos como el diputado César Jiménez o el senador Ferrán Martínez) el documento desarrollado el pasado domingo por militantes de base y miembros de la formación en la ciudad, además de círculos de la provincia.

Se trata de una propuesta alternativa a las tres planteadas a nivel nacional por el sector oficial, los «errejonistas» y los anticapitalistas basada en un modelo federal real que les otorgue mayor independencia para tomar decisiones.

Entre las cuestiones que plantea se encuentra la de que no más del 30 por ciento del Consejo Ciudadano Estatal esté compuesto por personas de la misma comunidad autónoma. El objetivo es establecer un «criterio de corrección territorial» que impida que en el futuro se produzcan situaciones como la actual, donde más del 50 por ciento del Consejo Ciudadano Estatal se encuentra formado por gente de Madrid.

Se apuesta igualmente por que exista «pluralidad» a la hora de elegir a los órganos de gobierno de Podemos y por un «debate estratégico amplio» de los programas políticos, de modo que ambas cuestiones se voten de forma separada (un planteamiento defendido precisamente por Errejón).

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El documento no ha pasado por Montiel y, en opinión de Paulino, éste «se equivoca» al haber firmado el manifiesto porque «no responde a las necesidades específicas del País Valenciano». «Había que llevar una propuesta de federalización propia y su apoyo limita la reivindicación autonómica», afirma.

Este sector es consciente de que la vía que defienden debería ser respaldada por más federaciones para tener su eco en Madrid. Pese a que no parece muy posible debido al reducido tiempo de convocatoria para la consulta ciudadana, la cuestión sí que se verá reflejada en el debate que tenga lugar para la nueva ejecutiva en la Comunidad Valenciana. A la federalización defendida tanto por Montiel como por los críticos, se unirán los matices, puesto que este último sector aboga por una descentralización de Madrid, pero también a nivel comarcal respecto a Valencia.

Ahora, el modelo de partido que salga del próximo Vistalegre condicionará todas estas reivindicaciones.