Pregunten al ciudadano

Cuando un político llega por primera vez a un alto cargo de la Generalitat, sus cometarios siempre van en la misma dirección cuando te explican el funcionamiento de la administración por dentro: “Todo es muy lento”, “Hay demasiada burocracia” “Cuesta un mundo sacar las propuestas adelante”. Se expresan en estos términos, y tienen razón. Por eso llama todavía más la atención la ¿Prisa? ¿Precipitación? ¿Bandazos? que la Dirección General de Comercio, incluida en la Consellería de Economía está dando en su particular cruzada para revertir la libertad de horarios comerciales. No importaron los informes negativos de la Abogacía de la Generalitat, ni las reticencias del sector, ni que esta situación se haya llevado por delante a una Secretaria Autonómica en apenas un año de legislatura, era una orden cifrada basada en criterios ideológicos, había que cumplirla y punto.

Curiosa rapidez en una administración en la que realizar un pedido de material de oficina, obliga a una instancia por triplicado.

El giro a esta historia que nadie sabe cómo va a terminar lo han propiciado los recursos judiciales, presentes y futuros, no descarten la llegada de alguno más por la vía penal. Ahora y por primera vez se habla de consenso. El conseller Climent, ya avanzó en Cope el pasado mes de junio una idea que puede coger forma, regular la libertad de horaria en función de la época del año, un reflejo mas que demuestra que nadie sabe por dónde comenzar a reparar la vía de agua que esta situación ha abierto en la línea de flotación de la Consellería.

Con tanta precipitación el sector sigue inmerso en el más absoluto caos. Nadie sabe que norma será la que regirá esta materia dentro de unos meses, algo inaudito. En Alicante su alcalde se las ha visto de todos los colores con las idas y venidas de los horarios. Echávarri ha pasado de pedir la dimisión del Director General de Comercio Natxo Costa, a presionar al Consell para que acuda al Tribunal Constitucional. Y mientras todos discuten ¿A nadie se le ha ocurrido preguntarle al ciudadano? A lo mejor va, y resulta que la mayoría está de acuerdo en que se pueda ir de compras un domingo. Quizá la solución sea tan simple como eso.