Guillem Bertomeu - Lletraferit

Polileritas en las tribunas

«De politeritas y uzlos-dayos es la forma que está teniendo el Gobierno valenciano de vender sus últimas exposiciones culturales»

Imagen de Antoni Miró posando junto a a algunas de sus obras EFE

Tomás Moro identificaba a los polys-lerosa como aquellos que van de sabios y divagan sin decir nada. En otras palabras, los que se pasan el tiempo diciendo “sandeces”. Otro término griego sinónimo de Moro para esta situación, que también describía en su obra “Utopía”, era el de uzlos-dayos, definido como “experto en idioteces”, embaucador o visionario. Ambos términos podrían servir para multitud de situaciones en nuestra política patria, nacional y valenciana.

La semana pasada los empresarios valencianos volvieron a demostrar esa fuerza y tirón, que han liderado ellos, por encima de las propias fuerzas políticas, con la campaña “Quiero Corredor” en Barcelona. Reuniendo a más de 1.500 empresarios de la Comunitat Valenciana, Catalunya, Murcia y Almería. Llevan desde años abanderando esta reivindicación que gobiernos de colores socialistas y populares han ido retrasando legislatura tras legislatura. Un desprecio magnánimo fue la ausencia del president de la Generalitat de Catalunya, un tipo que vive sólo por y para su visiones secesionistas, dándole poca importancia a la huida de millares de empresas de la propia Catalunya y pasando de una reivindicación conjunta del Corredor Mediterráneo con sus comunidades vecinas.

Ejemplo de vivir fuera de la realidad, y más preocupante si cabe, fueron las expresiones de la “delfín” del PdCat, Elsa Artadi, portavoz del actual Gobierno catalán, que comentó con desprecio la foto de la presidencia del acto con las siguientes palabras: “Los mismos de siempre, reivindicando lo mismo de siempre. Además de “indignarse” por las pocas mujeres que pudieron presidir tal jornada. Bien podría haber ido ella misma a participar, o la magnánime alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Una oportunidad perdida por las primeras mujeres políticas catalanas para vivir la política real y salir de su caja de pandora.

Imagen de Antoni Miró posando junto a a algunas de sus obras EFE

De politeritas y uzlos-dayos es la forma que está teniendo el Gobierno valenciano de vender sus últimas exposiciones culturales de su artista de cabecera fetiche, Antonio Miró. El señor Miró, el que tuvo su exposición diez años en Xàbia echando polvo en almacenes, llenó la Marina de València de imágenes de la cultura griega de sexo y erotismo. Semanas después realmente su exposición en la Marina son fotografías de independentismo, imágenes anti policiales y demás moda hípster antisistema amparadas en un salón cultural y con la visita de algunos de nuestros representantes políticos…..Ay! si Tomas Moro levantara la cabeza….se le acabarían las descalificaciones.

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