Fernando Llopis - El último liberal

Marco Puig y Cleopatra Oltra en Actium

«Oltra ya no se conforma con ser la vice reina y le gustaría mucho tener a Puig de lugarteniente y mirarlo desde el trono»

Puig y Oltra en un acto público ABC

Todo parecía sonreír a Marco Antonio y a Cleopatra. Eran dueños de una gran parte del Mediterráneo. El emperador romano Augusto parecía haberse olvidado de ellos y Marco Antonio, embriagado por la bella Cleopatra, empieza a creerse un dios vivo dueño de todo el Oriente, e incluso mirando más allá se permite afirmar que sus hijos serán los futuros emperadores de Roma.

Tanta ambición hace que, al final, Augusto se decida a intervenir en Egipto y plantea una batalla naval en Actium. Augusto tiene menos hombres, pero confía en su mayor preparación estratégica. Estamos en el 32 a.C. y la batalla parece transcurrir de forma positiva para los amantes Antonio y Cleopatra, pero en momento determinado uno de los asesores de esta última tiene miedo por su reina y le recomienda la retirada. Las naves egipcias abandonan el campo de batalla ante la desesperación de Antonio que ve como tras esa acción, su ejército es totalmente derrotado.

Ante el enemigo, las dudas y traiciones se suelen pagar muy caro, hay muchos episodios en la historia que así lo corroboran. Eso es lo que le puede ocurrir al Botánica tras la sorprendente declaración de los dirigentes podemitas, en la que afirman que prefieren tener de presidenta a Mónica Oltra que a Ximo Puig . Hasta este momento, las encuestas existentes parecían haber tranquilizado a Puig, ya que tras la probable bajada en intención de voto de Compromis, no había duda de que los socialistas iban a obtener más votos que los nacionalistas, con lo que parecía cercano el momento de revalidar su presidencia.

De hecho, tan confiado estaban en la reedición del pacto, que, para no generar enfados, varios miembros de su equipo de gobierno habían lanzado continuas loas a los de Compromis y aseguraron por activa y pasiva las ganas que tenían de repetir el pacto.

Pero aquí es cuando llegan los nuevos posibles candidatos de Podemos. Parece que por fin se han dado cuenta de que han hecho el canelo durante toda la legislatura con su apoyo total al Botánic y poco gobierno. Esto es algo que les ha dado un anonimato brutal en estos cuatro años, oscureciendo su labor y restándoles posibilidades de repetir los resultados de hace tres años. Así, para cobrar cierta relevancia han querido afirmar que ellos son los que van a decidir quién será el próximo presidente o presidenta, diciendo que no ven necesario que Puig sea presidente, aunque tenga más votos que Oltra.

Puig y Oltra en un acto público ABC

Como a Marco Antonio en Actium, esto no ha sentado nada bien a los socialistas, que han afeado a sus dos socios del Botánic por decidirse a incrementar las grietas existentes en el Botanic de forma tan próxima a las elecciones. Mientras tanto en el otro lado, Oltra, con la lógica ambición de ser la futura presidenta. ya hace cuentas Hace escaso meses soñaba con sacar un diputado más que los socialistas, ahora se conforma con superarlos sumando a los suyos los de Podemos .

Todo este lio botánico ha dado nuevos ímpetus a los populares y a los de Ciudadanos que ven como el Botanic empieza a agrietarse y que no hay nada como esas luchas intestinas para destruir un imperio, capítulos en la historia que cuantas estas cosas hay a montones.

Pero, al igual que Cleopatra cambió a Cesar por Marco Antonio cuando el primero cayó, Ximo -que debe saber algo de la historia de Roma- parece que les ha bajado un poco los humos amenazando con no reeditar el Botanic, pactar con Ciudadanos y dejarlos sin consellerías ni con sus ansias de extender la inmersión lingüística desde San Rafael hasta Pilar de la Horadada .

Pues prepárense, que todas estas cosas nos esperan hasta el próximo junio. Todo son conjeturas y deseos y no hay nada cierto hasta que se produzca el recuento de los votos. Pero lo que parece evidente es que Mónica Oltra ya no se conforma con ser la vice reina y que le gustaría mucho tener a Marco Puig de lugarteniente y poder mirarlo desde el trono.

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