Jordi Gual defiende el cambio de sede de Caixabank: «Fue una decisión difícil pero acertada»

Alberto Caparrós

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02/02/2018
Actualizado a las 14:11h.

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«Fue una decisión difícil, pero acertada». El presidente de Caixabank, Jordi Gual , ha defendido que no hubo una «sobrereacción» de la entidad en su decisión d e cambiar de sede social y fiscal de Barcelona a Valencia ante el pulso soberanista en Cataluña. El máximo dirigente del banco ha sostenido que con aquel movimiento se «buscaba la seguridad jurídica y la continuidad del negocio», toda vez que garantizaba la «liquidez del Banco Central Europeo y los depósitos de los clientes».

La primer presentación de resultados anuales en la sede de Valencia ha estado acompañado del beneficio más elevados de la historia de Caixabank , con 1.684 millones de euros (un 60,9% más). El banco ha superado, en palabras de su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, los «vaivenes del mes de octubre», y, pese a que en el último trimestre del ejercicio los depósitos de los clientes han sufrido una «pequeña caída» de 700 millones de euros, la foto final del año es «extraordinaria», con un incremento de los recursos cifrado en 10.600 millones de euros.

Gual no ha profundizado en la situación política catalana, pero ha defendido la «vía del diálogo, el pacto y el respeto a la legalidad vigente» , al tiempo que se ha mostrado convencido de que «tras el sobresalto -en relación a la consulta ilegal del pasado 1 de octubre- que tuvo su impacto» y propició el cambio de sede «los actores encaucen la situación de estabilidad».

El presidente de CaixaBank ha lanzado un mensaje de optimismo de cara a 2018, que ha recordado que es el último año del plan estratégico iniciado en 2015 y ha confiado en que se alcanzarán los objetivos marcados. Entre los riesgos a la baja, ha apuntado a los populismos y también ha señalado que algunos mercados tendrán que "capear" una normalización gradual de la política monetaria, aunque ha considerado que se debería producir.