Religión

«Intacta María»: una muestra «reabre» el debate sobre la Inmaculada Concepción y el pecado original

El Museo de Bellas Artes de Valencia recopila 53 obras de la que califica como «la primera campaña de marketing visual de la historia»

José Ignacio Casar y Pablo González Tornel, junto a a una de las obras ABC

ABC

La exposición 'Intacta María. Política y religiosidad en la España barroca' revive a través de 53 obras el debate abierto en el seno de la Iglesia católica, y en el que se vio inmiscuida la Monarquía Hispánica y la sociedad del siglo XVII, sobre si la Virgen María padeció o no el pecado original en su concepción.

Así lo ha explicado este jueves el profesor de la Universitat Jaume I de Castellón, Pablo González Tornel , comisario de la muestra que se expone en el Museo de Bellas Artes de València desde este jueves 30 de noviembre y hasta el próximo 8 de abril, en una rueda de prensa en la que también ha participado el director del centro, José Ignacio Casar.

El San Pío V ahonda en la representación visual del misterio de la Inmaculada Concepción de María en el siglo XVII a través de 53 obras, entre pinturas, esculturas, libros y estampas procedentes de fondos propios del museo y de cerca de una veintena de centros, arzobispados y ayuntamientos de distintos puntos de España.

La exposición analiza el proceso de fabricación de la devoción a la Inmaculada Concepción de María en el siglo XVII. A partir de 1616, la monarquía hispánica se situó de manera decidida del lado de los defensores de que la Virgen fue concebida sin pecado original y convirtió esa defensa en un asunto de estado.

El origen de la disputa entre los dos bandos del debate sobre la concepción inmaculada de la Virgen se sitúa, según ha explicado González Tornel, se encuentra en que la Inmaculada Concepción es "una creencia de que María es el ser humano más perfecto, porque fue concebida desde el primer momento de su ser sin el pecado original que mancha a toda la humanidad", mientras que, hasta entonces, la religión era "absolutamente masculina" y sostenía que la máxima perfección era la de Jesucristo. "Ganó la batalla María", ha comentado el comisario.

Así, la presión española acabaría obteniendo de los papas Pablo V, Gregorio XV y Alejandro VII la expedición de una serie de decretos en 1617, 1622 y 1661. Todos ellos fueron favorables a la doctrina, pero lo más interesante del asunto fue que la Inmaculada se convirtió, durante el proceso, en la principal devoción de la península Ibérica y en una seña de identidad para todos sus habitantes.

Esta socialización multitudinaria llegó en gran parte gracias a la que Pablo González Tornel ha definido como la primera "campaña de marketing visual" de la historia que, a través de pinturas, esculturas, obras de teatro, poemas y fiestas, alcanzó su objetivo. Las obras que se muestran en esta exposición han sido seleccionadas especialmente para "afrontar todos los aspectos de la poliédrica construcción del misterio concepcionista".

El comisario de la exposición ha señalado que la exposición analiza, a través de cinco secciones, la "apasionante historia político-religiosa que condujo al éxito de la Inmaculada Concepción".

"Muestra, en primer lugar, las diferentes iconografías que atravesó la plasmación figurativa de la Concepción hasta encontrar su forma definitiva. Después relata el inicio del apogeo concepcionista en Sevilla en 1615, la vinculación de la corona con su defensa y la culminación de su éxito en la València de 1662. Por último, la exposición sitúa a la Inmaculada Concepción en el marco de las devociones hispanas del siglo XVII con el objeto de mostrar por qué fue esta, y no otra, la que consiguió unir a todos los súbditos de la Monarquía Hispánica en una sola voz", ha explicado el comisario.

El comisario también ha indicado que se ha realizado un "esfuerzo" por "desvestir" la exposición de una "óptica confesional": "No va de devoción ni de reunir cromos bonitos de la Inmaculada". Por el contrario, ha apuntado que "tiene un trasfondo histórico sobre la devoción a la Inmaculada Concepción" .

En esta línea, ha argumentado que "no es una exposición sobre religión", sino que, en el siglo XVII, "la religión era absolutamente todo": "Es estudiar historia, política y sociedad", ha agregado.

Por su parte, José Ignacio Casar , ha resaltado que la exposición es la principal apuesta expositiva del Museo de Bellas Artes, tanto en el ámbito organizativo como en el de la difusión y ha señalado que se ofrecerá un concierto de música valenciana del siglo XVII en torno a la Virgen María el 17 de diciembre; un ciclo de cuatro conferencias con destacados especialistas, en enero y febrero, y un taller didáctico específico sobre la iconografía inmaculista.

Entre las obras de arte que se podrán contemplar hasta el 8 de abril destacan la 'Virgen Tota Pulchra' , de Juan Sariñena, del Museo de Bellas Artes de València, restaurada especialmente para esta ocasión; el cuadro que reproduce las 'Fiestas de consagración de la iglesia del Sagrario de la catedral de Sevilla', de 1662, que muestra la primera imagen de la Inmaculada que se expuso en un espacio público en España; la gran 'Alegoría de la Inmaculada Concepción', de Juan de Roelas, de 1616, procedente del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, o 'La Inmaculada Concepción con los jurados de la ciudad de València', realizado en 1662 por Jerónimo Jacinto de Espinosa, propiedad del Ayuntamiento de València.

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