Fernando Llopis - El último liberal
Los idus de marzo a lo socialista
«En Alicante los socialistas se pelean por los sueldos en el peor momento y dan una imagen que difícilmente van a poder mejorar antes de las elecciones»
Cuando Julio Cesar entró en el Senado romano aquel fatídico día de marzo, parece que era el único que no sabía que se había organizado una conspiración para acabar con su vida. Los senadores romanos coordinados por Bruto y Casio , esperaron la entrada de Cesar y a traición se dedicaron a apuñalar al hasta entonces dictador romano.
Algo parecido, aunque menos sangriento, le debió pasar a la candidata fallida a la alcaldía de Alicante, la socialista Eva Montesinos , en la reunión de la Agrupación local de su partido en Alicante.
Montesinos había sido presentada por los socialistas como la mejor alcaldesa posible pero el voto de una tránsfuga impidió su éxito. Tras su derrota, había sido arropada incluso por el president Ximo Puig días más tarde. Así que debía asumir su rol de portavoz en la oposición y parecía que la reunión iba a servir para planificar los primeros pasos a dar. Pero no fue así, ya que probablemente e l ex senador Ángel Franco , el que parece realmente controlar la agrupación, quiso asumir el papel de Bruto aquel día y organizó el cambio de portavoz municipal de su partido.
Se comenta que todos sus compañeros de corporación e incluso algún que otro periodista conocía lo que iba a pasar en aquella reunión, es posible que hasta que los que venden las cervezas en la playa del Postiguet supiesen algo, obviamente todos menos la susodicha Montesinos. Al poco rato, los medios de comunicación se hicieron eco del cese de Montesinos con una foto auténticamente rompedora, ella que había soportado con dignidad la pérdida de la alcaldía abandonaba llorando la sede socialista al ver la traición de sus compañeros .
Ciertamente era difícil de entender que el señor Franco pergeñara una estrategia tan absurda que previsiblemente se le iba a poner en su contra. Dado el poco bagaje y trabajo realizado por Eva Montesinos era previsible que en pocos meses tuviese la suficiente justificación para entonces poder realizar dicho cambio. Además, sería difícil de explicar a los ciudadanos de Alicante que la mejor candidata a alcaldesa de su ciudad no pudiera ser la portavoz de la oposición socialista de la oposición.
Al igual que el discurso del amigo de Cesar, Marco Antonio ante su cadáver consiguió el favor del pueblo y que los asesinos tuviesen que huir a uña de caballo, posiblemente aquella fotografía de Montesinos llorando consiguiese algo parecido. Además, parece que el juego de tronos no se les da bien a los socialistas alicantinos, que ni siquiera habían puesto en el orden del día algo tan serio como el cambio de portavoz.
Así que desde Valencia se desautorizó a los socialistas alicantinos y tuvieron que volver a reponer a la cesada portavoz. Ésta por su parte, cobró venganza contra Ángel Franco cesando a la mujer de este, que era una de las asesoras del grupo socialista. En cualquier caso, va a tener que trabajar con todos los compañeros que votaron a favor de su cese.
Conclusión, el PSOE en Alicante ha pasado de gobernar, a tener un alcalde doblemente imputado que tuvo que dimitir, a ceder la alcaldía a su eterno rival el Partido Popular y ahora a empezar una absurda guerra civil interna a un año vista de las próximas elecciones. Lo peor de todo, es que uno de los motivos posibles de estos cambios de portavoz es el tema de los sueldos. En el pasado mandato, la entonces alcaldesa Sonia Castedo redujo las dedicaciones exclusivas de los concejales de la oposición, generando unos conflictos entre los concejales socialistas que no pudieron superar. Ahora es posible que pase lo mismo. Nada de la épica, ni de los interesantes debates sobre república romana o dictadura que llevaron al asesinato de Cesar. Nada de debates sobre las necesidades de la ciudad o estrategias para recuperar el gobierno, en Alicante los socialistas se pelean por los sueldos en el peor momento y dan una imagen que difícilmente van a poder mejorar a corto plazo, con las elecciones a la vuelta de la esquina. Un veterano militante socialista me decía que lo único positivo del asunto es que en este caso van a poder culpar de un error presente a Franco y será verdad.
