Guillem Bertomeu - Lletraferit

Ni vieja ni nueva, más de lo mismo

«La izquierda se desconecta de la sociedad cuando sus propios intereses ideológicos o de partido están por encima de los de los ciudadanos»

Imagen de Joan Ribó tomada este lunes en Valencia EP

Entre el sosiego de haber pasado varias citas electorales y el posible descanso que puede venir el mes que viene, nuestros representantes políticos siguen haciendo de las suyas queriendo pensar que el ciudadano de a pie no nos enteramos.

Se movió por redes sociales la cantidad de alcaldes y representantes públicos que se han metido una buena subida de sueldo, independientemente del color político, todos es todos. El erario público no entiende de ideologías queridos lectores. Al igual que la estructura mastodóntica de este Botànic II , esos mismos que lanzaban campañas contra el “enchufismo” cuando estaban en la oposición y ahora funcionan como una mera agencia de colocación sin pestañear.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó , sigue haciendo de las suyas y a estas alturas con el sueldo de los asesores y con el reparto de los mismos, todo a su libre albedrío. Richard Sennet , el filósofo de moda, con su corriente sobre el pragmatismo, argumentaba la desconexión de la izquierda con la sociedad cuando sus propios intereses ideológicos o de partido están por encima de los de los ciudadanos, y así lo parece.

En esa máxima de que la izquierda sólo se preocupa de ella misma ha salido a la palestra ya el cierre definitivo de la corriente interna “Gent de Compromís” , por falta de democracia interna, así de explícito fue su comunicado e incluso con acusaciones de estafa a la coalición. La cuarta pata de esta cooperativa de partidos pega la espantada cansada de dar cabezazos contra la pared año tras años y denuncia tras denuncia, del partido que se supone que vela por los intereses de los más desfavorecidos. Otra contradicción más que evidencia que nunca es oro todo lo que reluce. El poder, que parece que todo lo corroe.

Imagen de Joan Ribó tomada este lunes en Valencia EP

Estamos en época estival, época de cenas, comidas y copeos. Por mi barrio y en una terraza, el viernes pasado por la tarde, estaban los primeras espadas de Vox compartiendo unos gin tonics, estarían repasando la semana y es de reconocer que lo hicieran a plena luz del día, en la calle y sin estar escondidos en ningún reservado de restaurante u hotel. Por otra parte, un sector de los populares también prepara su confabulación estival, para despotricar de los liderazgos actuales, regionales y provinciales. Una cosa les une, estar todos fuera de la primera línea y en una cosa tienen razón, la debilidad de los liderazgos actuales, su nula autocrítica y su poca proactividad de hacer equipos. Política de barra, mesa y mantel, que en la oposición da para mucho.

Que no se nos olviden los morados, que ahora que rascan carteras en el nuevo Gobierno autonómico parece que quieren vivir deprisa. Todo indica que dentro de cuatro años nadie sabe que será de tal coalición y hay que exprimir la legislatura al máximo. El vicepresidente Dalmau sólo está siendo comidilla de sus carreras para evitar periodistas para subir a escondidas en el coche oficial. Estos son los que vinieron a salvar el mundo con chófer y sueldo público, señores.

Queridos lectores, paremos a descansar, desconectar y no mareemos la cabeza buscando diferencias entre la vieja y la nueva política, porque no la hay. Més de lo mateix!

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación