Ferran Garrido - Una pica en Flandes

Preludio del desgobierno

«No compro la moto de que, con la socialista Gómez como vicealcaldesa, se crearía un gobierno paralelo como dice la formación de Joan Ribó»

Sandra Gómez y Joan Ribó, con Ximo Puig MIKEL PONCE

Siempre se ha dicho que dos no pelean si uno no quiere, pero si uno quiere va todo por el aire.

Llevo un par de semanas con este artículo de hoy en la cartera de las publicaciones en conserva. No tenía ninguna intención de sacar el tema de la fiambrera de los pactos, pero van pasando los días y no queda más remedio que reflexionar sobre lo que está pasando en las negociaciones para la configuración del gobierno municipal de la ciudad de Valencia.

Cuando uno empieza a confiar en la cultura del pacto, en la viabilidad de fórmulas como las del Pacte del Botànic , en la adaptación de la política española a los nuevos tiempos y en la modernización de nuestra, habitualmente dogmática, forma de pensar, nos damos de bruces con una situación encallada en el consistorio de la capital de la Comunitat.

A ver, alguien se tiene que bajar de la burra, pero se están produciendo posturas maximalistas que no llevan a ningún sitio. No es tan raro lo que pide el Partido Socialista para hacer valer sus concejales frente a su principal socio de gobierno. Y es un tanto extraño que desde Compromís se plantee la negativa a reproducir el esquema de un pacto que ha servido para la configuración del Govern de la Generalitat .

Si el escollo para el pacto es que la socialista Sandra Gómez , joven valor político en alza y con una trayectoria imparable, sea vicealcaldesa de Valencia, alguien debería explicarnos el porqué de esa negativa . Porque, en realidad, me da igual como se llame el cargo. Lo importante es la función que desempeñe dentro del organigrama municipal. Y eso es precisamente lo que se quiere impedir. O al menos lo parece.

Sandra Gómez y Joan Ribó, con Ximo Puig, MIKEL PONCE

Joan Ribó y Sandra Gómez han escenificado una buena relación que, empiezo a pensar, no existe. Y somos muchos los ciudadanos del Cap i Casal que no acabamos de entender por qué el alcalde se empeña en poner condiciones que frenan cada día más un más que necesario pacto de gobierno entre las dos fuerzas municipales mayoritarias.

No compro la moto de que, con la socialista como vicealcaldesa, se estaría creando un gobierno paralelo como dice la formación de .Joan Ribó. No me lo creo. La cuestión real es evitar que Gómez gane en visibilidad durante los próximos cuatro años de gestión. Y en el PSPV también se han dado cuenta de eso, que tontos no son, y por eso hacen valer sus siete concejales, que no son diez, pero que son necesarios para sumar diecisiete y formar gobierno.

Así que estaría bien que se dejaran de lado los intereses partidistas y se pusiera en marcha ya un gobierno por interés general de la ciudadanía, no vaya a ser que a la cultura del pacto se le crucen los cables y esto no sea más que un preludio del desgobierno. Ahí lo dejo.

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