Toni Subiela - Tribuna

Fantasmas del pasado

«Veo fantasmas inquisitoriales, fantasmas de naftalina comunistas o de socialismo poco socialdemócrata»

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Reprochaba Ximo Puig a Ciudadanos esta semana que rescatáramos fantasmas del pasado haciendo referencia als Països Catalans que siempre hemos escuchado de sus bocas, no de las nuestras. Que esos fantasmas se habían ido de vacaciones y ya no estaban, nos decía.

Pero además de los fantasmas del independentismo, que siempre persiguen al PSPV desde sus mismos orígenes, veo otras cosas. Veo fantasmas inquisitoriales, fantasmas de naftalina comunista o de socialismo poco socialdemócrata. Veo fantasmas de reproducción del amiguismo que se creía tumbar. En definitiva, fantasmas de la prohibición, de la imposición y de la restricción de libertad y de las oportunidades para todas las personas por igual.

La verdad es que esos fantasmas me molestan bastante más que de los que se queja el señor Puig, porque me gusta que seamos libres para decidir sobre nuestro futuro.

No me gusta que, amablemente, me orienten hacia “una verdad”. Si alguna vez pierdo el sentido común y quiero romper nuestro país, amargar a la empresa privada o cargarme lo público con mis amigos, pues que lo haya decidido yo, que no me lo inculquen.

Debería estar más preocupado el señor Ximo Puig por gobernar, que para eso consiguió juntar las fuerzas del Botànic. Aunque da la impresión de que eso de gobernar les viene grande después de estar cómodamente tantos años en la oposición. El caso es que hemos pasado de tener un gobierno que nos dejó con una mano delante y otra detrás a otro gobierno que parece que no tiene manos para agarrar con fuerza nuestra tierra y sacarla adelante.

Veinte meses han pasado ya con el equipo del cambio, pero aquí no ha cambiado nada más que las agujas del reloj, que siguen su ritmo mientras el Consell sigue su propio compás haciendo de oposición a la misma oposición.

Este Consell tripartito vive y gobierna ajeno a la realidad de la mayoría de la sociedad valenciana, que sigue preocupada por llegar a final de mes, por tener trabajo y poder pagar su hipoteca. Cuando no se escuchan los problemas reales de la gente y se quieren imponer cuestiones de un pasado que fracasaron en nuestra sociedad, surge una de las otras preocupaciones de los valencianos: la escasa confianza en sus dirigentes.

Algunas personas no nos metimos en política para que todo siguiera igual. No cuenten conmigo para eso, no estaremos con ustedes.

Toni Subiela es diputado de Ciudadanos en las Cortes Valencianas

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