Guillem Bertomeu - LLETRAFERIT

Construir un relato propio

«El relato de un fracaso es muchas veces más efectivo que el de una victoria»

Imagen de Isabel Bonig tomada el pasado jueves en las Cortes Valencianas MIKEL PONCE

George W. Bush , en su mensaje inaugural como presidente de los Estados Unidos, tomó como guía lo que se esperaba de un Santo. En las cosas esenciales unidad, en las cosas importantes diversidad y en todas las cosas generosidad. Estas tres ideas pueden ser una buena piedra angular de referencia a la hora de poder hacer política.

Otro de los aspectos que humanizan y que pueden servir de argumento positivo a la hora de elaborar un mensaje político de calado es el del concepto del error. Hay una de las míticas frases de Pep Guardiola , esa persona amada como entrenador y odiada por sus ideas políticas, que venía a decir: «Lo que te hace crecer es la derrota, cometer errores». Pues como todo en la vida, de las derrotas y de los errores se aprende y te hace sacar unas mejores conclusiones.

El relato de un fracaso es muchas veces más efectivo que el de una victoria. Obama, Sarkozy o el propio David Cameron con su “broken society” (la sociedad rota) son un claro ejemplo de saber utilizar discursos de fracasos y convertirlos en oportunidades y esperanza.

El primer paso de reconocer haber tocado fondo, haber cometido errores o equivocarse es que ayuda a transmitir una idea de humildad. La humildad siempre va emparejada con la inteligencia y transmite confianza en uno mismo y en los demás, además de respeto. A estas alturas creo que ya nadie con sentido común pueda discutir que la fuerza de un relato reside en las emociones, por encima de los argumentos racionales. No se construye ningún proyecto político si no se es capaz de escribir una historia atractiva compartida tanto por aquellos que las hacen como por aquellos a los que va destinada.

Imagen de Isabel Bonig tomada el pasado jueves en las Cortes Valencianas MIKEL PONCE

Encuentro a faltar en el PPCV actual el ofrecer un discurso propio , me refiero a valenciano y valencianista, contundente y a su vez atractivo. En estos tiempos políticos grises que va sufriendo a golpe de juicios televisados, donde se está llevando por delante toda una completa generación política que gozó de una omnipresencia popular en las instituciones valencianas .

La realidad actual de los dirigentes populares se debate entre un sentimiento de perdón, para marcar distancias con el “viejo PP”, el tan manido silencio, que puede demostrar un sentido de falsa culpabilidad, y el echar balones fuera, cuando los propios problemas de los populares valencianos se tienen que arreglar desde Génova 13 , como una señal inequívoca de nula autonomía, un más ante el irrelevante peso específico en las estructuras del Partido Popular a nivel nacional, y en el Gobierno de España, y en muchas veces en un acomplejamiento que transmite incredulidad entre la propia militancia y simpatizantes que no entienden muchas veces el desprecio o la fiscalización absolutista por parte de los actuales líderes populares a un Partido Popular valenciano que en sus peores momentos ha mantenido una bolsa de votos de cerca de 900.000l electores.

El relato humilde a la par que atractivo tiene que salir desde dentro, de sus estructuras cercanas, hacia fuera y que ofrezca algo más que el “raje” al rival político y a buscar chivos expiatorios clásicos como “el problema catalán”. Basarse tan solo en eso es ofrecer muy poco de cosecha propia. Queda aún mucho partido, pero el relato está por escribir .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación