Vicente Vera - CAMBRIDGE CIRCUS

Cine y zapatos: la magia de la industria

«Casi el mismo nivel de artesanía se podía ver en los cines de los pueblos cuando se proyectaban aquellas películas míticas»

Carlos J. Vera 2017

El pasado mes de octubre leía en los medios de comunicación una noticia de interés para los aficionados al cine, o más bien cinéfilo recalcitrante como es quien esto escribe. La verdad es que se trataba de una información de esas que animan y motivan a pensar que la vida vale la pena. Además, dicha noticia irrumpía en un momento álgido de la matraca del procés soberanista. Y, ciertamente, con aquel artículo conseguí estimular mis endorfinas. Para no dilatar más ese momento mágico, diré que estaba contento al saber que se había presentado el filme Lumière ¡Comienza la Aventura!, coordinado por el también muy cinéfilo y actual cancerbero del prestigioso Festival de Cannes Thierry Frémaux .

Este filme está compuesto por 108 pequeñas obras maestras, aunque realmente el tesoro en manos de Frémax alcanza un total de 1417 cortos de aquellos años de finales del siglo XIX en los que los hermanos Lumière, cámara en mano, filmaron metros y metros de situaciones cotidianas, tanto en Lyon como en París . Entre esta selección encontramos la famosa filmación de la mítica Salida de obreros de una fábrica en Lyon, así como diversas y variopintas escenas conmovedoras sobre distintos momentos en la vida de multitud de gentes con sus familias y amigos. Todo un lujo que nos permite visualizar y evocar magistralmente la vida de aquellos tumultuosos años en plena tercera revolución industrial. Así surgió en Francia el invento del cine por el año 1895, en el que también se patentó el cinematógrafo.

Carlos J. Vera 2017

Y cuento esto porque este genial proyecto que hoy se puede ver en las salas de cine en todo el mundo responde asimismo a una tecnología muy vigente hoy en día y que desde las administraciones públicas se está estimulando su utilización: la digitalización. Sin esta tecnología no se habría podido disfrutar del todo de estas joyitas sin haber pasado por un proceso cuidadoso y tranquilo de digitalización de los rollos de las películas que ahora podemos gozar con su visionado. Es esa luz proyectada la que hace envidiable esta recuperación de aquellas vidas en movimiento de finales de siglo XIX. Y al hilo de esta espectacular noticia me gustaría conectarla con la historia de la industria del calzado en España. Son industrias coetáneas, estoy seguro que muchos de los zapatos de señora que calzan las señoras en estas peliculitas de cortísima duración habrían sido fabricados en la ciudad de Elda .

De modo que expuesto ya el nudo o la trama de esta pieza, me propongo narrar muy brevemente la híper conectividad, como diríamos hoy en día, entre el mundo del cinematógrafo y la industria artesana de fabricación de calzado. Continuaremos con la dinámica propia y diferenciada de estos dos sectores rebosantes de creatividad y diseño para dar un salto desde la tercera hacia la cuarta revolución industrial o lo que se conoce más mediaticamente Industria 4.0 .

Relatar cómo se están adaptando a ese nuevo fenómeno de integración de producción y distribución en un proceso necesario de Transformación Inteligente con uno objetivo muy claro: ser más competitivo y mantener y/o aumentar el empleo en estas industrias que están en pleno proceso de cambios y adaptación a las nuevas tecnologías de producción y procesos en las empresas convencidas de la necesidad y urgencia que nos impone la globalización rampante.

Recuerdo haber visionado algunas imágenes recuperados de algún archivo histórico local y es francamente emocionante ver aquellas importantes fábricas del primer tercio del siglo XX, como la de Rafael Romero, José Tobar, Viuda de Blas Amat y pocos años después Rodolfo Guarinos, Hijo de Gabriel Vera , etc.; con unas producciones diarias increíbles y unas plantillas de 200 obreros. Fueron años en los que la tecnología era muy rudimentaria y prácticamente se fabricaba casi todo manualmente.

Imagen de los hermanos Lumiere ABC

Casi el mismo nivel de artesanía se podía ver en los cines de los pueblos cuando se proyectaban aquellas películas míticas que a pesar de ser también tecnologías muy primitivas es admirable el nivel de calidad de las imágenes y sonido de algunas de las cintas visionadas recientemente. Esto es lo que forma parte de la historia y que nos sirve para estudiar y valorar cuál ha sido el resultado del progreso económico y social desde aquellos ya lejanos tiempos. Han sido más de cien años de industria que nos han llevado hasta este momento del siglo XXI y que nos adentra en el proceso de concienciación empresarial para conseguir construir un nuevo escenario en la forma de organizar la producción y la distribución.

El salto cualitativo se produce durante estos últimos años, sobre todo desde que en el Foro Económico de Davos celebrado en enero de 2016 como viene siendo habitual todos los años, el director del mismo Marcel Schwab proclamaba a los cuatro vientos que el mundo occidental ha de dar un salto adelante en el proceso de transformación digital en las empresas y las administraciones públicas. Anunciaba ya en aquel recordado evento capitalista internacional lo que se avecinaba en los sectores empresariales tanto en las fábricas como en los servicios y ocio. Y en esas estamos en el sector zapatero, de modo que hoy ya se puede disponer de potentes herramientas de diseño y patronaje en 3D, podemos confeccionar toda una colección de zapatos sin necesidad de cortar una piel y en un tiempo record. Asimismo podemos vender dicha colección sin necesidad de viajar con pesadas y enormes maletas con los muestrarios físicos sin saber con seguridad que modelos será los que realmente funcionen en el mercado.

Otro aspecto interesante para el futuro a corto plazo está siendo ya la implantación de la fabricación aditiva en algunas empresas innovadoras españolas, la impresión en 3D de modelos de zapato o de algún componente como las suelas. Al mismo tiempo debemos considerar la extrema utilidad del Big Data en la industria , la generación de información de clientes y proveedores en cualquier país del mundo. Es por ello que desde esta plataforma quiero hacer mucho hincapié en la necesidad de potenciar al máximo los indicadores de inversiones en estrategias fundamentadas en el conocimiento, en la I+D, ya hemos advertido aquí la voracidad de los efectos de la globalización económica. La competitividad de nuestros sectores manufactureros va a depender de la productividad de las empresas, la formación de los trabajadores será esencial y sin miedo a los robots colaborativos que pronto también estarán ocupando alguna fase del proceso productivo.

Como afirmaba el economista y catedrático Andrés García Reche en la puesta a punto de la Agencia Valenciana de Innovación, es necesario que las fábricas inviertan más fondos en innovación, esto implicaría una mayor productividad y un incremento del valor añadido lo que permitiría un aumento de los salarios. En definitiva impulsar el gasto y la inversión en I+D y adecuar su crecimiento al potencial de crecimiento de nuestro país, de modo que España y su industria pueda cumplir con dignidad los objetivos del programa de la Comisión Europea, Horizonte 2020 .

¿Qué nos pasa cuando vamos a una sala de cine y no vemos a nadie en la cabina de proyección? Seguro que alguien piensa que se ha activado el piloto automático y no es otra cosa que el resultado de la digitalización y de alguna de las aplicaciones que desde el Smartphone se puede activar e incluso gestionar decenas de salas con una sola persona con formación suficiente en informática y nuevas tecnologías. Como conclusión los sectores manufactureros no deberían retardar la adaptación a las recomendaciones fundamentadas en la digitalización de sus empresas y ahora que nos encontramos próximos al comienzo de un nuevo año, es buen momento para una profunda reflexión pensando en el diseño de estrategias de asesoramiento para avanzar en la implantación de las herramientas que se han expuesto y algunas otras que las iremos desgranando en los próximos meses.

Imagen de un robot empleado para la fabricación de calzado ABC

También les quiero invitar a que vayan al cine y observen la magia inventada por los hermanos Lumière , por George Méliés , constantes innovadores que tantas satisfacciones nos han dado y todavía nos siguen ofreciendo, gracias a otro innovador del cine actual como es Thierry Frémaux .

Por cierto que el maestro Méliés fue zapatero antes que mago del cine, su padre le obligó a regentar una fabrica de zapatos en París dedicándose precisamente a lo que hoy sería un departamento de innovación tecnológica, viajando incluso a Inglaterra para tomar buena nota de la los avances que se estaban produciendo en la incipiente mecanización de la industria.

En la actualidad nosotros podemos hablar maravillas y estar orgullosos del diseñador zapatero Manolo Blahnik , innovador donde los haya con sus diseños y formas tan artísticas, y que también ha hecho alguna incursión en el cine.No me resisto a citar una reflexión del insigne escritor, jurista y muchas cosas más, Francisco Ayala (1906-2009) publicada en su libro Indagación del cinema en 1929:”Por lo que a mí se refiere, sentía el deber –y ya la necesidad liberatoria- de hacer un libro de cine. El cine completa los caminos truncos y ofrece soluciones a lo insoluble. He recibido de él abundantes sugestiones, cierto gusto por las imágenes visuales y grandeseo de movilidad y aire libre.”

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