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«En la Catedral de Valencia no puede ocurrir un incendio como el de Notre Dame»
El arzobispo Aliaga ordenó en el siglo XVII que las iglesias valencianas no emplearan las vigas de madera y contaran con bóvedas con terraza
«En la Catedral de Valencia no puede ocurrir un incendio como el de Notre Dame porque no hay madera en el techo y sobre las bóvedas está la terraza». Así lo asegura sin titubeos Jaime Sancho , responsable de patrimonio de la Seo valenciana y catedrático emérito de la Facultad de Teología. Este experto detalla que en España «las catedrales góticas disponen de bóvedas y terrazas» y la diferencia con las del centro y el norte de Europa estriba en que «no se emplea la madera».
Al respecto, Sancho recuerda que ya en el siglo XVII el arzobispo Aliaga estableció que «las iglesias valencianas no emplearan vigas de madera, sino bóvedas con terrazas», lo que reduce de forma significativa el riesgo de incendios como el que este martes arrasó la catedral parisina.
El canónigo conservador del patrimonio artístico de la catedral de Valencia ha calificado de «terrible» el incendio que ha devastado la catedral de Notre Dame de París , un edificio que, a su juicio, es «un bosque de madera dentro de una caja de plomo».
Al margen de la «ausencia de grandes acumulaciones de madera », la proliferación de terrazas construidas con otro tipo de materiales que protegen a las catedrales españolas del fuego las distingue de la de París.
Además, la Seo de Valencia dispone de sistemas de seguridad y contra los incendios dispuestos por empresas externas, que contemplan desde el uso de extintores hasta las alarmas en caso de detectarse humos o llamas, según explica Sancho a ABC.
La Catedral de Valencia comenzó a construirse en el año 1267 y, «aunque oficialmente no está terminada», las obras concluyeron en el siglo XV. En su interior se guardan tesoros como los que conserva el Museo Catedralicio, pinturas de Goya o el Santo Cáliz que los expertos consideran que se trata del Grial que empleó Jesucristo en la Última Cena .
La Catedral de Valencia conserva diversas reliquias relacionadas con la pasion de Cristo, entre las que destaca el Santo Cáliz de la Ultima Cena así como dos de las espinas que entretejían la corona que le colocaron antes de la flagelación, corona de espinas que se conserva en Notre Dame de París y que ha podido ser salvada del incendio que ha devastado el templo francés.
De esta forma, la Seo valenciana custodia en su Museo dos de las setenta y dos espinas que formaban parte de la Corona de Cristo, venerada en la Catedral parisina de Notre Dame, ha confirmado Jaime Sancho, a la sazón director del Museo de la Catedral, donde pueden verse ambas espinas.
La Espina de San Luis “fue una de las primeras reliquias en entrar en la Catedral de Valencia, donada por el rey frances San Luis a su primo Jaime I, y durante un tiempo estuvo en el primer relicario, del siglo XIV, y posteriormente se trasladó al segundo, del siglo XIX”, ha añadido.
La otra Espina de San Luis se encuentra en el relicario Jaume Castell ó, también expuesto en el Museo de la Catedral. En la parte superior está el relicario y en su interior se conserva esta segunda espina que posee la Seo de Valencia, también procedente de la Corona de San Luis de Francia que se conserva Notre Dame.
Además del Santo Cáliz y las espinas de San Luis, la Catedral de Valencia custodia dos fragmentos de la cruz de Cristo , un trozo de su túnica y un fragmento de la esponja con la que le dieron de beber vinagre.
Aunque de algunas “no se puede certificar su autenticidad al cien por cien, se puede decir que son reliquias historicas y veneradas durante siglos , que muestran la realidad de Cristo, que fue una persona real, histórica y las reliquias son sus huellas”, según Sancho, que defiende el “importante valor histórico de estas reliquias para Valencia”.
Un incendio provocado en 1936
El único precedente de un incendio en la Catedral de Valencia, que también afectó a la contigua Basílica de la Virgen de los Desamparados , data del año 1936. En este caso, a diferencia del caso de París, no se trató de un accidente sino que fue provocado por el bando republicano en el arranque de la Guerra Civil española.
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