Se abrió la veda

Comienza la semana del debate de Política General en les Corts Valencianes. Esta sesión de manera “clásica” marca el inicio oficial de una nueva temporada política. Este debate tendrá que evidenciar un proyecto de Gobierno de Puig y sus aliados, ya no me meto si Podemos es amigo o no, con el que dejar ya de lado el victimismo frente al Gobierno estatal y también la tan manida, usada y cacareada herencia recibida de los gobiernos autonómicos populares. Con expectación espero una bateria de propuestas realistas, alejadas de demagógias o de revanchismos ideológicos. Ja vorem....

Antes he hablado que el debate de Política General suele marcar de manera oficial el curso político, porque el postureo diario de estos “gobiernos del cambio” hace que parezca que todos los días estemos de campaña de imagen.

Una de las últimas, y dantescas, por no llamarla de otra manera, fue el cónclave de trabajo del equipo de gobierno municipal del Ayuntamiento de Valencia que realizó en la casa forestal de El Saler. No me refiero a las ochenta propuestas que publicaron como documento de trabajo, de las que a uno podrán agradarle algunas y desagradarle otras. Me refiero a ese afán de notoriedad con la foto publicada de todos los concejales viajando en un bus de línea y después volviéndose a hurtadillas en los coches oficiales. Lo mismo les pasó al gobierno autonómico en su último retiro espiritual de Torrevieja: foto en el bus a la ida y de vuelta cazados en caravana de coches oficiales. Este es uno de los peligros de hacer del postureo político un valor.

Siguiendo con las políticas de Valencia ciudad, el señor Ribó sigue su cruzada contra los comerciantes. Esas pymes que crean empleo, esas que emprenden, que alquilan bajos comerciales y que mueven capital para generar riqueza. Pues el señor Ribó lleva ya dos años poniéndoles la soga al cuello con las subidas de impuestos y la negativa a la rebaja del IBI a más de 1.400 comercios, llevando incluso la contraria a sus socios socialistas. Una evidencia más del “buen rollo” que se vive en la Casa Consistorial.

Y mientras en el Cap i Casal siguen casi el 50% de las inversiones para este ejercicio sin ejecutar. Más de 60 millones de euros, entre ellos remodelación y limpieza de jardines, renovación de alcantarillado, viviendas sociales o renovación de contenedores a los que hay que sumar las más de 350 quejas vecinales por falta de limpieza en la ciudad, triplicando a las recibidas hasta noviembre del año pasado....Pero eso sí. Mucha foto y muchas redes sociales de este nuevo gobierno municipal señores. Se abrió la veda.....