Oriol Pujol, encarcelado por corrupción, podría obtener el tercer grado en pocos días

La junta de tratamiento de la cárcel ha aprobado esta propuesta, que ahora deberá ratificar el Servicio de Clasificación

El hijo del «expresident» seguirá en la cárcel a la espera de la decisión, que tardará un máximo de dos meses

Oriol Pujol, ante la Ciudad de la Justicia de Barcelona eln julio de 2017 EFE

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La junta de tratamiento de la prisión de Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires) ha aprobado por unanimidad clasificar en tercer grado a Oriol Pujol, encarcelado por corrupción. Ahora deberá ser el servicio de clasificación de la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima quien deberá decidir si se la concede.

Según han explicado a ABC fuentes penitenciarias, esta Secretaría tiene ahora un plazo máximo de dos meses para pronunciarse. Mientras, el hijo del «expresident» continúa en prisión, donde ingresó el pasado 17 de enero para cumplir su condena por el caso ITV.

De concedérsele finalmente el tercer grado, el exlíder convergente pordría salir durante el día de prisión para trabajar o hacer actividades formativas o de tratamiento encaminadas a su reinserción. Eso sí, en todo caso tendría que volver a dormir al centro penitenciario. Por la noche debe permanecer un mínimo de ocho horas en la cárcel, excepto el fin de semana, que puede pasarlo en su domicilio.

El tercer grado también implicaría un cambio de cárcel. Oriol Pujol pasaría de la cárcel de Brians 2 a un centro penitenciario de régimen abierto, al que acudiría solo a dormir, y cuyas medidas de seguridad son más atenuadas.

¿Cómo se obtiene el tercer grado?

Para hacer una propuesta de clasificación inicial en tercer grado -esta es la situación actual de Oriol Pujol- la junta de tratamiento valora el tiempo de cárcel al que fue condenado, en el caso del político, a dos años y medio de prisión. También se tienen en cuenta factores como el riesgo de reincidencia, las características del penado, el apoyo familiar, la conducta dentro del centro y su compromiso con su programa de tratamiento.

En Cataluña, uno de cada cuatro presos están en tercer grado, según explican fuentes penitenciarias. De las 8.484 personas que cumplen pena de prisión, 1.640 lo hacen en este régimen conocido como de «semilibertad».

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