Elecciones municipales

¿Ha llegado el ocaso de la CUP?

La formación antisistema encadena malos resultados en elecciones autonómicas, generales y locales

El partido de Anna Gabriel desaparece de Barcelona y Lérida y pierde 110.000 de los 234.000 votos de hace cuatro años

Un acto de la CUP en Barcelona ABC

Miquel Vera

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La CUP , formación antisistema que marcó el compás del gobierno de Carles Puigdemont con su representación en el Parlamento catalán -donde llegó a tener 10 escaños- ha perdido casi la mitad de votos en las elecciones locales celebradas este domingo. Esta caída es especialmente dolorosa para un partido que se autodenomina «municipalista» y que ha hecho de la presencia en los ayuntamientos su gran caballo de batalla.

En los comicios municipales los de Anna Gabriel perdieron toda su representación en Barcelona y Lérida en una noche en la que vieron como se esfumaban 110.000 de los 234.000 votos obtenidos hace cuatro años. Los anticapitalistas también veían como pasaban de tener 382 a 335 regidores en toda la comunidad, un declive del que solo se han salvado plazas menores en feudos independentistas como Berga (Barcelona), donde la CUP creció y roza la mayoría absoluta o Gerona, donde son la segunda fuerza.

Expropiar la Catedral

«Necesitamos seguir autoorganizadas, como hemos hecho siempre», afirmó la joven candidata de los anticapitalistas para Barcelona, Anna Saliente, en la noche electoral de la CUP en la capital catalana. Las caras largas contrastaban con la euforia de hace cuatro años, cuando la izquierda radical dio la sorpresa al colocar tres regidores en el Consistorio barcelonés. Sin embargo, las propuestas planteadas allí por el partido, algunas de ellas tan rocambolescas com retirar la estatua a Colón que hay en La Rambla o pedir que se «expropie» la Catedral de la Ciudad Condal , parecen haber ahuyentado a gran parte de sus electores en la capital catalana.

A pesar de que Saliente se estrenaba como cabeza de cartel -la CUP acostumbra a renovar sus liderazgos en cada cita electoral- y que el partido trató de encauzar su discurso conforme avanzaba el mandato (sustituyó a regidores polémico a medio periodo) la fuga de votos a ERC ha dejado a la formación sin el altavoz que supone el Ayuntamiento de Barcelona . Tampoco tendrán presencia en los Consejo de Distrito, altavoz de muchas reivindicaciones vecinales de las que se nutre la CUP para aumentar su presencia social.

Rosario de malos resultados

Los resultados municipales no son un tropieza puntual, sino una muestra más de la decadencia electoral de un partido de retórica revolucionaria que decía querer «cambiarlo todo» . En las elecciones catalanas de 2017 pasaron de diez a tres diputados y en las generales de abril, donde se presentó una facción del partido bajo la marca «Front Republicà» , se quedaron fuera del Congreso a pesar de que algunas encuestas les llegaron a dar representación. ¿Ha llegado el ocaso de la CUP?

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