«El pez», de Frederic Amat
«El pez», de Frederic Amat - ABC

Picasso, Miró y Guinovart invaden la Tecla Sala de la mano de la Colección Bassat

La colección de Bassat cuenta ya con 2500 piezas de arte catalán de la segunda mitad del siglo XX

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Arte contemporáneo catalán. Estas tres palabras resumen muy bien la explosión artística que ocupa la Tecla Sala de Hospitalet. «Es la exposición más importante de nuestra colección», subraya entusiasmado Lluís Bassat mientras explica su vínculo con cada una de las piezas y con muchos de sus autores.

El espíritu de la Fundación Bassat es un working progress porque nunca deja de rastrear nuevos creadores pero la muestra que nos ocupa limita el periodo entre 1940 y 1979.

Bassat ha vivido a caballo entre la publicidad y el arte: «Empecé mi pasión por el arte en 1973 cuando compré “Bañista”, de Serra Rivera, y adquirí el 35 por ciento de la Galeria Adrià». Con aquella galería no consiguió grandes sumas de dinero pero sí obra de Ràfols Casamada, Josep Guinovart, Francesc Artigau, Miquel Vilà y Rafael Armengol, entre otros.

Lo que empezó como una afición se ha convertido en una pasión y para estas fechas su colección cuenta con 2500 piezas de arte catalán de la segunda mitad del siglo XX. En esta ocasión podemos disfrutar doscientas obras y cincuenta esculturas de setenta artistas.

De algunos artistas hay casi monográficas. Este es el caso de Guinovart de quien podemos seguir su rastro desde sus inicios figurativos. «Contaría mil cosas de mi amistad con Guinovart pero lo más llamativo es lo que pasó con su enorme “Rastrojo”. La pieza estaba en mi despacho y un buen día me llamaron para decirme que ardía el edificio donde yo trabajaba. Yo estaba en Puigcerdá y llegué tarde… En ese rato uno de los bomberos estuvo a punto de destrozarla porque pensó que se había calcinado, suerte que alguien le explicó que era una obra de arte. Se salvó de milagro».

Bassat compra unas cincuenta piezas por año y precisamente la Tecla Sala acoge las seis piezas de Joaquín Chancho que acaba de sumar a su colección.

«El Mosquetero sentado» de Picasso

Cierra el periplo «El Mosquetero sentado» de Picasso. «Estuvo expuesta en la Sala Gaspar en 1967 pero yo no podía comprarla porque no tenía dinero –recuerda el publicista-. Seis años más tarde la suerte estaba de mi lado porque conseguí el dinero pero tuve la mala suerte que justo murió Picasso y los socios de la Sala Gaspar no quisieron vendérmela. Años más tarde me hice con ella».

Muy cerca del Picasso asoma «El pez» de Frederic Amat. «Esta composición es muy inquietante y tiene la curiosidad de que se puede ver por los dos lados; por uno se ve la cabeza y por el otro la cola del pez», apunta Bassat que sigue de cerca a sus artistas. Pinturas y escultura se dan la mano en las diferentes estancias de la Tecla Sala. En una de las salas vemos el trabajo escultórico de Sergi Aguilar de quien comenta que «es una pena que no siga con la escultura».

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