Las guitarras como objeto de museo

Pi de la Serra cede su colección personal al Museo de la Música de Barcelona

Guitarras expuestas de Pi de la Serra en el Museo de la Música

Pep Gorgori

La guitarra con la que se acompañaba en la intimidad del hogar la soprano Victoria de los Ángeles descansa en una vitrina del Museo de la Música de Barcelona. Está rodeada por otras que en algunos casos datan del siglo XVII, como la Guitarra de los Leones, así llamada en referencia al animal que aparece en su barroca decoración. Poca gente lo sabe, pero la mejor colección de guitarras del mundo se encuentra en este museo ubicado en el mismo edificio del Auditorio. Las joyas de la corona son las dos construidas por Antonio de Torres, el Stradivari de la guitarra, del siglo XIX.

A las más de trescientas guitarras que conforman la colección del Museo se añadirán, durante los próximos diez años -como mínimo- las que ha coleccionado a lo largo de toda su vida el cantautor Quico Pi de la Serra. Son ciento quince instrumentos más, de épocas y procedencias diversas, que, en palabras del director del museo, Jaume Ayats, «dialogan con nuestra colección histórica, ya que son de una época más moderna, instrumentos más populares y con historias más concretas vinculadas a la actividad de su propietario, de modo que añaden interés a la exposición permanente».

El acuerdo con el cantautor se celebra con una exposición monográfica con cuarenta de sus guitarras , que han pasado por los procesos de investigación y restauración habituales del museo. De hecho, un valor añadido de la colección histórica es que el trabajo del equipo del centro ha permitido recuperar el sonido original de muchos de estos instrumentos, por lo que se pueden usar -y se usan, dentro de la programación de conciertos del museo- en perfectas condiciones.

«Estaban durmiendo en un altillo»

Pi de la Serra explica que la mayor parte de sus guitarras «estaban en sus fundas, durmiendo en un altillo», dado que no utiliza en sus conciertos más de una decena de ellas. «Siempre he dicho que estoy en contra de las colecciones, porque los instrumentos si no se tocan se deterioran, pero las he ido adquiriendo seguramente porque me hubiera gustado ser luthier» , explica, al tiempo que reconoce: «Soy contradictorio, lo sé».

La exposición de guitarras de Quico Pi de la Serra se puede ver enfrente de la vitrina con la exposición permanente del museo hasta el 28 de abril del año próximo, en un diálogo excepcional que permite también escuchar las diferentes grabaciones del músico con sus instrumentos.

Un concierto el 16 de diciembre y varias visitas guiadas por él mismo completan el programa paralelo a la muestra.

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