Polémica por la gestión de los menas propuesta por el concejal de seguridad de Colau
Albert Batlle planteó un «retorno asistido» a su país de origen de los menores inmigrantes y ha matizado que se debe priorizar el derecho a tutela
Primeros días del nuevo gobierno municipal de Barcelona, compartido entre BComú y PSC, y primera polémica del mandato abierta, en este caso a costa de la gestión de los menas que viven en la capital catalana . Todo ello, después de que el nuevo concejal de seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, barajara recientemente la opción del " retorno asistido " a sus países de origen de los menores extranjeros no acompañados.
Batlle planteó este lunes durante una entrevista en la cadena Ser Catalunya la posibilidad de hacer un "retorno asistido" y "con acompañamiento" a menores migrados solos. " Un niño siempre estará mejor con su familia, por problemática que pueda ser , que viviendo en los jardines de Sant Pau del Camp, o en los bajos de la piscina de saltos de Montjuïc o en el Pou de la Figuera".
El que es el nuevo responsable de seguridad de Barcelona tachó de grave el problema existente con la llegada de menores e incidió durante su opinión en que la legislación de menores "habla siempre de su interés superior". "Tenemos que tratar este tema. Y llegado el caso, evidentemente este concepto de enviarlos a casa, de expulsión, de expatriación, no forma parte de mi vocabulario , pero en cambio hablar de retornos asistidos, de programas de acompañamiento", porque son cosas diferentes enviarlos en un avión hacia casa que acompañarlos, ha dicho.
Controversia abierta
Las palabras de Batlle indignaron a parte de la oposición, que aprovechó el pleno extraordinario de ayer en Barcelona –convocado a petición de ERC, JpC y Cs– para cuestionar tal propuesta. Jordi Coronas, edil republicano, se mostró preocupado por las declaraciones y consideró que el retorno asistido es «una forma muy edulcorada de decir expulsión o repatriación» de esos menores. También la exconsejera y portavoz de JpC, Elsa Artadi, criticó que «el chivo expiatorio sean los menores de edad en un momento en el que estamos haciendo frene a ataques xenófobos en casas de acogida», como la recientemente vivida en El Masnou.
«En la medida que podamos, los menas tienen que ser devueltos a sus padres. No expulsados , pero sí devueltos si hay familia», defendió con un tono opuesto el líder del PP, Josep Bou. De hecho, Cs, BCN Canvi y PP mostraron su mano tendida al nuevo concejal de seguridad, lo que indignó a las fuerzas independentistas, que se reafirmaron en su opinión expuesta en los últimos días de que Ada Colau ha desplazado el gobierno a la derecha.
La polémica llevó a Batlle a referirse a la cuestión durante la sesión y a matizar sus declaraciones. Así, lamentó que no se hayan escuchado íntegramente sus argumentos y enmarcó su propuesta en « el derecho a tutela y derecho a la educación tal como estipula la legislación española y la Carta de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas» y como una acción de «interés y estima» hacia ellos, dijo intentando zanjar la controversia. Una polémica que también indignó a Save the Children, que alertó de los «graves riesgos» para los menas de un retorno.
La Generalitat, que anteayer anunció un plan de apoyo con 14,5 millones para los municipios que acogen centros de menas, también respondió a Batlle. La portavoz, Meritxell Budó apostó porque estos menores entren en la «rueda de protección» con el fin de conseguir su integración plena en la sociedad. «Hay que acompañar a los menores en la integración aquí en casa que es donde están », sentenció.
