La oposición fuerza una comisión de control a las cuentas de Barcelona por la opacidad de Colau
Los grupos reprochan la gestión económica y reprochan que el gobierno no haya despejado las dudas crecientes sobre la amenaza de recortes en los presupuestos
Nuevo revés contra el gobierno municipal de Ada Colau, esta vez a costa de la situación presupuestaria en el Ayuntamiento de Barcelona. El consistorio ha vivido esta mañana un pleno extraordinario pedido por la oposición con este tema de fondo, después de que en las últimas semanas hayan aparecido informaciones que avisan del peligro de recorte de 100 millones en inversión ante una posible caída de los ingresos de las arcas municipales , y la sesión ha acabado con críticas unánimes a la gestión de los recursos municipales y a la opacidad mostrada por los comunes ante esta cuestión.
En concreto, la oposición reprobado de forma unánime la gestión económica del gobierno, en la segunda reprobación en tres meses, después de la reciente acusación por su mala actuación en Ciutat Vella. Además, se ha acordado con los votos de todos los grupos excepto los de BComú la creación de una comisión no permanente de control para fiscalizar la evolución de las inversiones y la ejecución del gasto municipal hasta el final de mandato.
Desde el grupo Demòcrata, Sònia Recasens ha denunciado que tras diez días del "escándalo" por los supuestos recortes hay "confianza cero y transparencia cero" y se ha preguntado que "si el gobierno Colau no da hoy una respuesta clara, ¿se constata que estamos ante un problema más grave de lo que nos pensamos o piensan seguir engañando a la gente?".
"¿Quién le iba a decir que acabaría pasando a la historia como la alcaldesa de los recortes y la austeridad?", le ha espetado Carina Mejías, líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento, que ha denunciado que el gobierno municipal haya usado eufemismos para no explicar con claridad la supuesta bajada de previsiones. La concejal ha sentenciado que el gobierno de Colau es "un fracaso en lo político, un fraude en lo social y una ruina en lo económico" y le ha exigido "menos prepotencia y más humildad".
Por su parte, el edil y alcaldable de ERC Alfred Bosch ha centrado su discurso en "exigir la verdad". "Nuestro interés no es saber si se trata de recortes o reprogramaciones, no queremos un debate filológico. Nuestro interés es saber la verdad" , ha comentado al tiempo que ha exigido que si hay recortes se hagan en publicidad institucional.
Además, el socialista Jaume Collboni, cuya formación destapó los recortes, ha lamentado que "estamos aquí para conocer si el Ayuntamiento está en números rojos o no por primera vez en décadas" y ha denunciado que "lo peor es que no sabemos si ustedes mismos lo saben". En este sentido, ha destacado "la conversión del gobierno de Colau a la vieja política en las últimas tres semanas", porque en lugar de resolver el problema han pasado al ataque a la oposición y han continuado con falta de información.
También el PP ha criticado duramente la gestión municipal de las arcas. "El gobierno de la transparencia es ahora el de la opacidad", ha criticado el concejal Javier Mulleras, que ha recordado que "cuando llega la izquierda al poder se encienden las alarmas en las finanzas". También ha acabado sentenciando que los barceloneses no se pueden fiar del gobierno actual y que por su mala gestión tendrá que haber "un 155 de sus finanzas" , en alusión a la comisión de seguimiento que se creará.
El gobierno responde con críticas
A las críticas, el Ayuntamiento ha respondido con quejas. El primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello ha empezado su intervención recordando que, a pesar de las críticas, el último barómetro daba al actual gobierno municipal una muy buena valoración en cuanto a gestión económica. Lejos de dar respuesta a las quejas de la oposición y despejar las dudas sobre las previsiones en las arcas municipales, el edil ha cargado contra los recortes del gobierno del PP y de la Generalitat y ha denunciado que éstos no han cumplido con sus obligaciones con el consistorio barcelonés. También ha reprochado a la oposición crear alarmismo por motivos electorales.
