Las mentiras y contradicciones de los padres de Nadia

Los forenses, médicos, profesores y benefactores que han declarado durante el juicio han puesto contra las cuerdas los argumentos de las defensas

Imagen del juicio por el caso Nadia que esta semana se celebra en la Audiencia de Lérida EFE

Jesús Hierro

El juicio que esta semana se celebra en la Audiencia de Lérida contra los padres de la pequeña Nadia ha desvelado un aluvión de contradicciones de los progenitores que, utilizando la enfermedad de su hija, se dedicaron a enriquecerse a costa de donaciones que no se emplearon para su tratamiento . Los forenses, médicos, profesores y benefactores que han declarado en la vista han puesto contra las cuerdas los argumentos de las defensas. Fueron al menos 1,1 millones de euros los estafados. Se enfrentan a seis años de cárcel y estas son algunas de sus mentiras.

La enfermedad

La enfermedad de la niña no era terminal. Fernando Blanco y Margarita Garau pregonaban que su hija tenía «un riesgo inminente de muerte» , según explicaron varios afectados. Con esta excusa apremiaban a los benefactores para recaudar fondos. Los médicos y forenses lo negaron. Estaba enferma, sí, de triocotiodistrofia, una de las calificadas como «enfermedades raras». Pero su estado no era ni mucho menos terminal.

Viaje a Estados Unidos

Nunca viajó a Estados Unidos para operarse. El matrimonio asegura que Nadia fue a Houston a tratararse. Los investigadores lo ven muy imposible: ni la menor ni el padre tenían pasaporte para viajar al extranjero y en las mismas fechas -enero de 2013- la pareja estaba en un hotel de Mallorca. Nadia, además, explicó a una vecina muy amiga de la familia, que en su vida solo había volado a París y a Baleares.

Hospitales fantasma

Ni el pionero tratamiento ni esos hospitales existían. Fernando Blanco aseguró que su hija se había sometido en Houston a un rocambolesco tratamiento. Según él, extraían genes de la niña , se los modificaban y se los volvían a inyectar. Los especialistas han dicho que nunca habían oído tal cosa. Los médicos que la atendían en España se cansaron de localizarlos. Ni rastro.

La enfermedad del padre

El supuesto cáncer de páncreas del padre. Aunque Fernando Blanco lo negó en el juicio, lo cierto es que multitud de testigos señalaron que el padre de Nadia aseguraba que tenía un tumor , cuyo tratamiento posponía para priorizar el de su hija. En su afán por simular lo que no era, incluso se rapó el pelo para aparentar que estaba recibiendo tratamientos de quimioterapia.

¿Dinero para qué?

Unas donaciones destinadas a vivir sin trabajar. La familia insiste, sin dar pruebas, de que usaban los fondos recibidos para tratar a su hija. Pero todos los indicios apuntan a que lo empleaban para otras cosas. Su casera en Fígols (Lérida) desveló que, por ejemplo, las transferencias bancarias que el matrimonio le hacía para pagar el alquiler ponía: “Tratamiento Nadia Nerea”. Crearon en 2009 una fundación con ánimo de enriquecerse. Apenas tenían ingresos que no fueran los procedentes de su farsa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación