Vuelta a la normalidad (por el momento) en El Prat

Agencias de viaje alertan de que las protestas pueden perjudicar al turismo

Última hora de la manifestación en Barcelona y la huelga de Cataluña en directo

Tres agentes de la Policía Nacional, ayer en la terminal de la T1 de El Prat Efe

Anna Cabeza

Con la «resaca» del primer día de altercados de la semana en Cataluña, los agentes turísticos activaron ayer las alertas, y es que las afectaciones de anteayer –con 115 vuelos cancelados– despertaron algunos temores entre viajeros y turopoeradores. Aunque algunos sectores evitaron confirmar cancelaciones para no crear alarmismo antes de tiempo, otros sí hablaron abiertamente de los temores de que los incidentes afecten a la economía de la comunidad.

«Hay mucha incertidumbre, nos están llegando muchas preguntas de gente que el viernes tiene que llegar o marcharse y que vive la situación con preocupación », explicó ayer a ABC Martí Sarrate, presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE). El aumento de consultas que recibieron ayer fue considerable, sumado al trabajo extra que han tenido que asumir después de las afectaciones del lunes, sobre todo por las cancelaciones y reintegros de billetes y reservas afectados. Por todo ello, los empresarios turísticos piden «soluciones y diálogo» y no «afectar a la economía, porque todos salimos perjudicados».

En esta misma línea, Sarrate lamenta que los convocantes de la huelga del próximo viernes no den más detalles de sus actos, ya que «una cosa es una huelga y otra un bloqueo». « La situación se había calmado en Cataluña. Confiemos en que los incidentes sean esporádicos», sentenció.

La misma súplica mantienen otras entidades económicas de la ciudad como el Gremio de Hoteles de Barcelona o la asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), que evitaron hacer valoraciones sobre los altercados por no disponer todavía de cifras que confirmen o desmientan la afectación en la economía pero sobre todo por no despertar el alarmismo.

Con la mirada en El Prat

En el centro de las miradas sigue el aeropuerto de El Prat, que fue el corazón de las protestas anteayer y que puede volver a convertirse en el objetivo por los activistas independentistas este viernes. Juanma, por ejemplo, que tiene que volar a la capital catalana desde Galicia mañana para acudir a un evento laboral comentaba a ABC ayer que no sabía si le iban a anular la cita y si le valía la pena el desplazamiento. «No sé si habrá tanto problema como dicen o si lo mejor es aplazar la cita », comentaba.

Dilema similar tienen otros. Empleados que tras una semana fuera de casa tienen el regreso previsto a la ciudad para el viernes y que no saben ni el estado de sus vuelos ni, todavía peor, el de los accesos al aeropuerto, o empresarios que, por ejemplo, acuden al salón inmobiliario Barcelona Meeting Poin t –que arranca hoy– y que esperan poder volver el fin de semana a sus casas son otros de los posibles afectados.

De hecho, ayer ya hubo dudas y temores similares. Por eso, El Prat se convirtió en dormitorio de centenares de viajeros que no querían perder su vuelo tras los incidentes del lunes y que ayer por la mañana deambulaban por los vestíbulos: al cansancio de sus rostros se les sumaban los nervios, el enfado u la resignación, como lo relató ayer Efe.

María, ecuatoriana de mediana edad, era quizás de las más previsoras: su vuelo saldrá hoy, si todo va bien, poco después de las 16.00 horas pero ella se plantó ayer allí a primera hora con dos tápers y una buena dosis de paciencia. Aunque «rechaza» las condenas del Tribunal Supremo, considera que «tampoco hay para tanto». Pascal, un francés con camisa ya inevitablemente arrugada y look de ejecutivo cansado, estaba más enfadado : «hasta los huevos», aseguraba. Anteayer perdió su vuelo y, de rebote, ayer perdió un día de trabajo.

Ellos son Kevin e Ida, cercanos a la treintena, llegaron a El Prat a las doce de la noche aunque su vuelo no salía hasta ayer a las 20.00 horas. Pero quisieron curarse en salud y prefirieron abandonar el hotel una noche antes con tal de asegurarse no perder el vuelo llegar a casa cuando lo tenían previsto. Reconocían a Efe que ayer se asustaron.

Más indignada estaba Carmen, sevillana y madre de Rubén, de solo cinco años. Perdió el vuelo y la compañía con la que viajaba se desentiende de su caso. Le ofrecían otro vuelo para dentro de tres días y buscó otra alternativa para viajar antes.

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