La última estancia de Picasso en Barcelona

El Museo Picasso de Barcelona estrena la temporada con cuatro exposiciones dedicadas al artista malagueño

Un cámara graba algunas fotografías de Lucien Clergue que se pueden ver dentro de las cuatro exposiciones simultáneas que el Museo Picasso de Barcelona EFE

MARÍA GÜELL

El Museo Picasso de la calle Moncada inaugura temporada con cuatro exposiciones. La primera de ellas recoge la última estancia del pintor malagueño en Barcelona en 1917; la segunda recuerda los veintisiete encuentros de Lucien Clergue con Picasso; la tercera se centra en la figura de Arthur Cravan; y la última explora el taller que unió a cuatro artistas de una misma familia.

¿Por qué viene Picasso a Barcelona en 1917? La respuesta es bien sencilla: por amor. La comisaria Malén Gual recuerda que Picasso vino siguiendo a Olga Khokhlova a quien había conocido en Roma. Olga formaba parte del elenco del espectáculo «Parade» de los Ballets Rusos del que Picasso diseñó los decorados y el vestuario. «La estancia duró seis meses y tuvieron mucho tiempo para pasear. Los amigos y admiradores del maestro le rindieron varios homenajes como el que le hizo Las Galerías Laietanas con dos pintores coetáneos como Gustavo de Maeztu y Francisco Iturrino. También se dedicó a enseñarle a Olga la ciudad y alrededores; de estos paseos mostramos una buena selección de fotos de la pareja en distintos lugares como la Basílica del Tibidabo en construcción o el Hotel Mazzini desde donde pintó el famoso cuadro de “El Paseo de Colón”. La muestra incluye los programas de mano y los carteles del Ballet Parade así como “Olga con mantilla” 1917, un retrato donde se ve a una mujer seria e insatisfecha».

Al hilo de artistas que se refugiaron en Barcelona, el director de la pinacoteca Emmanuel Guigon comisaría «Arthur Cravan Maintenant?» sobre «un personaje enigmático cuya obra se confunde con su trabajo». «Sobrino de Oscar Wilde, fue una figura mítica de los movimientos vanguardistas y dadaístas. Cravan pasó por Barcelona en 1916 para evitar que le enviasen al frente en la Primera Guerra Mundial».

En 2016 el Museo Picasso de Barcelona compró el fondo fotográfico de Clergue, más de seiscientas fotos en blanco y negro. Y ahora el público podrá ver su dietario picassiano. «Veintisiete encuentros con Picasso» refleja cronológicamente la relación del joven fotógrafo de Arlés con el veterano pintor. «Lucien Clergue coincidió con él en 1953 en una corrida de toros en Arlés; dos años después se reencontraron en La Californie, la casa del artista en Cannes, y así hasta veintisiete ocasiones que el fotógrafo inmortalizó», concreta la comisaria y documentalista Sílvia Domènech Fernández.

La cuarta exposición, «El taller compartido», tiene como objetivo mostrar el gusto por el grabad o a través de tres generaciones de la familia Picasso: Pablo Picasso, J. Fín, Vilató y Xavier. El universo y la complicidad de los talleres donde trabajó Picasso se resumen en doscientas obras que reinauguran el segundo piso del museo tras diez años cerrado.

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