Sigue la polémica por las palabras del obispo de Solsona sobre la homosexualidad

La polémica tras las controvertidas declaraciones del obispo de Solsona, Xavier Novell, en las que vinculaba la homosexualidad a la falta de una figura parental, sigue abierta diez días después de que hiciera públicas sus opiniones. Hace unos días la Generalitat anunció que estaba estudiando si abrirle un expediente sancionador.

Bajo el título de "Amor que se convierte en fecundo", Novell cuestionó en una carta dominical en la hoja parroquial de su diócesis si la homosexualidad se debe "a que en la cultura occidental la figura del padre estaría simbólicamente ausente, desviada, difuminada".

Las reacciones no han parado durante toda la semana pasada. El pasado domingo, un grupo de manifestantes abucheó al obispo a la salida de la iglesia de Santa Maria de l'Alba de Tàrrega (Lérida) como protesta por sus palabras y por no haberse disculpado con el colectivo LGTBI.

"Se le ha dicho por activa y por pasiva por Twitter, redes sociales y se le ha enviado personalmente una carta y no hemos recibido ningún tipo de matiz, corrección ni disculpa", aseguró en declaraciones a los medios Marc Andreu, portavoz del colectivo que ha impulsado la protesta.

Como consecuencia de sus palabras, ayer mismo el pleno del Ayuntamiento de Cervera (Lleida) nombró anoche persona "non grata" a Novell. La moción, presentada por el alcalde de Cervera, Ramon Royes, obtuvo cinco votos a favor (tres del PDeCat, uno de la CUP y uno del concejal no adscrito), seis abstenciones (una del PDeCat, dos de MES, una del PSC, y dos más de SIF y INSE), y dos votos en contra (ERC).

Según Royes, "la homosexualidad no es ninguna enfermedad. Todo el mundo tiene derecho a amar y a hacerlo en libertad y los cargos públicos tenemos la responsabilidad de defenderlo".

La votación, de hecho, ha ogligado a salir al PDeCAT a marcar distancias con la decisión del Ayuntamiento, de su propio color político, de declarar "persona non grata" al obispo.

El PDeCAT ha querido dejar claro en un comunicado que "no comparte" y "rechaza" las declaraciones del obispo pero, al mismo tiempo, la formación demócrata "quiere aclarar" que la declaración de 'persona non grata' de Cervera "responde a una iniciativa propia del municipio y en ningún caso responde a una decisión o directriz del PDeCAT".

Le pidieron rectificar

Por su parte, el alcalde de Solsona, David Rodríguez, ha manifestado esta semana estar también en contra de las declaraciones del obispo Novell. Por ello, explicó que le había llamado y le propuso rectificar, ya que "no es bueno que la gente se sienta ofendida". Ante esta propuesta, Novell le contestó que reflexionaría al respecto.

De hecho, es tal el descontento general en Solsona, que su alcalde se replantea ahora la relación existente entre el Ayuntamiento y el Obispado. Asimismo, otros municipios leridanos, como Mollerussa, también se han posicionado en contra de las declaraciones de Novell y le piden una rectificación pública.

Además, la Federación del PSC en Lleida ha mostrado hoy su "total y absoluto" rechazo a las palabras de Novell. Según el PSC, las palabras de Novell muestran, una vez más, "la mentalidad de una parte significativa de ciertos sectores de la iglesia".

Añade que "estas declaraciones no ayudan a evitar las agresiones que sufren todavía muchas personas por su orientación sexual". De esta manera, los socialistas leridanos reiteran su "compromiso con el respeto y la no discriminación" e instan a las administraciones a garantizar los derechos de los homosexuales.

Aplicar la ley contra la homofobia

Por otro lado, la coordinadora de políticas para personas LGTB de ERC ha instado este miércoles a las instituciones catalanas a "dar cumplimiento" a la ley del Parlament contra la homofobia en el caso de las polémicas declaraciones del obispo.

En un comunicado, los republicanos han expresado su rechazo y condena a las palabras de Novell y le han pedido que pida disculpas públicamente.

También el presidente del Observatorio contra la Homofobia (OCH), Eugeni Rodríguez, ha pedido esta semana al Síndic de Greuges que inste al Govern a sancionar al obispo, mientras que el director general de Asuntos Religiosos, Enric Vendrell, se ha mostrado partidario de "reconducir la tormenta con serenidad".