In-Edit se cuela en Corea del Norte para celebrar su XV aniversario

El festival de documentales musicales estrena este jueves nueva edición con «Liberation Day»

La banda eslovena Laibach, en una imagen de «Liberation Day» ABC
David Morán

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Se puede llegar silbando la melodía saltarina del «One Step Beyond» de Madness o berreando el «Search & Destroy» de Iggy Pop, pero en realidad da lo mismo porque, por increíble que parezca, aquí la música no es lo más importante. O, mejor dicho, no es lo único importante. Una aparente temeridad para quien señale con el dedo que esto, en efecto, es un festival de documentales musicales, sí, pero también una obviedad contra la que el Festival In-Edit lleva luchando desde hace años. Tanto es así que, es su XV aniversario, la cita barcelonesa (asentada también con un gemelo madrileño algo más canijo pero igual de sugerente) lo fía casi todo a las historias y no a los nombres propios.

Se acabaron, pues, las cintas dedicadas a los Stones, David Bowie, los Beatles y Oasis, reclamos más o menos infalibles a la hora de cuadrar caja, y llega el momento de sumergirse sin brújula en una programación que, entre el 26 de octubre y el 5 de noviembre, ofrece un bufé libre de historias y sonidos en el que lo primero no se entendería sin lo segundo -y viceversa-.

Así, los documentales de un perfil más mitómano -si es que pueden calificarse así las películas dedicadas a Marianne Faithfull o Iggy Pop- quedan este año eclipsadas por casi cuarenta títulos que lo mismo indagan en la cultura nipona de cubrir carencias afectivas a través de la iconografía pop, acompañan a Eagles Of Death Metal en su regreso a la sala Bataclan cuatro meses después de la salvaje matanza de Estado Islámico, o bucean en la leyenda de la pianista Alicia De Larrocha.

De Eslovenia a Irán

Un prodigio de variedad y transversalidad que el In-Edit reivindica ya desde su cinta inaugural, un documental que captura la actuación que Laibach, una banda eslovena abonada a la subversión experimental y marcial, ofreció en 2015 en Corea del Norte, convirtiéndose así en el primer grupo occidental en actuar en el país. A su alrededor se arraciman títulos más o menos convencionales dedicados a los granadinos O91, a los británicos XTC o al cantante de los Sex Pistols y P.I.L, Johnny Rotten, pero florecen también cintas que trascienden los estrictamente musical. Ahí está, por ejemplo, «When God Sleeps», la historia de un cantante iraní exiliado en Alemania sobre el cual pesa una fatua por blasfemia. O «Bruk Out», una panorámica sobre la escena dancehall vista a través de seis bailarinas. O, ya puestos, «Cassette», una película que repasa la historia de, claro, las cintas de cassette.

También el In-Edit tiene su sello de autor gracias a la presencia, una vez más, del realizador Julien Temple, quien estrenará en Barcelona su película sobre la vida de Suggs, cantante de Madness, mientras que los vaivenes estilísticos nos llevarán del jazz de John Coltrane y Bill Frisell al trash furioso de los brasileños Sepultura y de la leyenda urbana de Nando Dixkontrol a los pespuntes sintéticos de Tangerine Dream y Suzanne Ciani.

Sin necesidad de salir del cine -los cines Aribau y Aribau Club siguen siendo el centro de operaciones-, el festival sigue potenciando las actividades paralelas ya sea con las sesiones musicales que acompañan a muchas de las proyecciones o con actuaciones exclusivas como las que ofrecerán Suggs (en su caso, en el CCCB) o Aidan Moffat, exlíder de Arab Strap que interpretará las canciones que suenan en el documental « Where You’re Meant to Be».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación