Gallina Blanca aprovecha su aniversario para recordar que continuará junto «a los españoles»
La empresa, con sede en Cataluña, celebra sus 80 años en mitad del revuelo independentista con un mensaje claro sobre su futuro
A menos de un mes del referéndum ilegal en Cataluña , una nueva empresa nacida en Barcelona se ha sumado a la reivindicación de que sus productos triunfan entre todos los «españoles».
Gallina Blanca celebra sus 80 años con una campaña que recuerda su crecimiento junto «a tres generaciones de españoles siempre innovando para adaptarse a sus necesidades». Un mensaje directo, en medio del revuelo independentista, con el que indica su espíritu nacional.
La empresa que nació en el centro de Barcelona, concretamente en Paseo de Gracia, y en un conflicto de mayor envergadura, la Guerra Civil , pretende de este modo de nuevo «vencer» a las circunstancias y mantener su posición como una marca española que ha logrado estar presente en 50 países.
Desde sus exitosos cubitos de de caldo concentrado, conocidos como Avecrem , hasta su apuesta por fideos orientales con Yatekomo, la responsable de la mítica frase «Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como» pretende seguir evolucionando y formando parte de la cocina de todos los españoles. Uniéndose así, a otras empresas originarias catalanas que ya mostraron su rechazo ante una posible Cataluña independiente e incluso, en algunos casos amenazaron marcharse del territorio.
Rechazo de empresas al independentismo
El sistema financiero catalán es uno de los sectores que más se ha pronunciado sobre los planes soberanistas. El Banco Sabadell y Caixabank ya se pronunciaron en un comunicado a través de de Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca) y la Asociación Española de Banca (AEB), antes de las elecciones autonómicas de Cataluña en 2015. Las entidades bancarias alertaron de que si finalmente llegara a separarse Cataluña de España deberían «reconsiderar su implantación en Cataluña».
Una posición similar a la firma de trajes de novias , Pronovia s. El presidente de la cadena textil, Alberto Palatchi también advirtió a Efe que «sería difícilmente viable» que la sede permaneciese en Cataluña y que deberían de trasladarse a otra ciudad española.
Por su parte, Danone, que fue fundada en Barcelona en 1919, también expresó su oposición al independentismo cuando en 2013 se negó a etiquetar sus productos en catalán pese a las presiones de plataformas independentistas
Estos avisos ya se han materializado en muchos casos: 7.956 empresas han trasladado su sede social a otros territorios desde enero de 2008 y agosto de este año, según datos de Axesor. Los responsables son el recrudecimiento del desafío secesionista desde la Generalitat junto al progresivo aumento de la presión fiscal.
Una situación que ha llevado a Cataluña a convertirse en la autonomía que más empresas pierde y los datos irán aumentando mientras que Puigdemont continúe con sus planes secesionistas.
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