Oti Rodríguez Marchante - Barcelona al Día

El espectáculo Joan Tardá

Tiene cuajo este Tardá, que siempre se repone y vuelve con su música, y hasta le invitó a bailar a Pedro Sánchez en una nueva intentona de investidura

Oti Rodríguez Marchante
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El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardá, se sube al estrado del hemiciclo y agarra la mesa del micrófono con las dos manos como si fuera una masa para hacer pan. Y mientras habla, o regaña, con su voz tonante y le explica a toda la Cámara sus rayos, truenos y centellas, mantiene con sus dos piernas una especie de suave bamboleo, como si la letra de su sempiterna y tremendista canción estuviera acompañada por una música suavona, sabrosona.

Y tiene mérito especial este hombre, pues, a pesar de su apariencia de desayunar hígado crudo, sube al estrado a que le den siempre una zurra. La más sonada fue la que le dio hace unos meses la diputada catalana (del PP) Dolors Montserrat, de aspecto sencillo y dulce, que lo sacó a puntapiés (argumentales) del ring como a uno de esos villanotes de la lucha libre que salen despedidos por los aires.

Pobre Tardá, que se sabe la canción, que la lleva escrita en su papela siempre con la misma letra machacona, bamboleo, y al final se la suelen hacer comer.

Ayer, con esa tranquilidad de abuelo de Heidi que a veces se gasta Rajoy, le explicaba como si Tardá fuera su nieta la media docena de puntos esenciales por los que casi todo lo que dice en nombre del pueblo catalán, lo que pide, lo que exige, lo que anuncia y lo que da ya por hecho tiene tanta relación con la legalidad y la democracia como una partida de póker clandestina. A Tardá se le paralizó el runrún de su bigote (y a la bancada de ERC, con Rufián el magnífico y Xavier Eritja, con un sospechoso look beat muy a lo Puigdemont) cuando le oyó decir al candidato que ni Tardá, ni el gobierno catalán, ni el Parlament, ni el propio Rajoy, ni el Congreso de los Diputados y ni siquiera el mismísimo Rey pueden tomar una decisión sobre lo que es España sin consultarlo antes con todos los españoles…, incluso le sorprendió con la revelación de algo que probablemente a Tardá le habrá dado qué pensar, y es que el político de Cornellá tiene tanto derecho a decidir algo crucial sobre Santiago de Compostela como Rajoy, nacido allí... Pero tiene cuajo este Tardá, que siempre se repone y vuelve con su música, y hasta le invitó a bailar a Pedro Sánchez en una nueva intentona de investidura.

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