Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Chovinismo

El diálogo anunciado por el gobierno del Estado deberá lidiar con esta mentalidad

Miquel Porta Perales
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hasta ahora, la politología se ha referido al secesionismo catalán con expresiones como «nacionalismo populista», «insurgencia populista», «populismo localista», «populismo identitario», «populismo egoísta», «nuevo egoísmo», «populismo plebiscitario» o «síndrome de la nación elegida». Después del discurso de Carles Puigdemont en la cuestión de confianza de hace un par de meses, quizá se debería añadir el «chovinismo del bienestar». Con esta expresión, se hace referencia a la prioridad y defensa de los intereses autóctonos frente al otro. Un «otro» que suele identificarse con la figura del emigrante o extranjero. Traducción: primero los de aquí. ¿Por qué no ampliar el campo de observación y aplicar también la expresión a ese otro que sería «España»? A los hechos me remito.

El presidente Puigdemont, en su última intervención en la cuestión de confianza, cantó las excelencias de una economía catalana que va viento en popa a toda vela.

Por ejemplo: el PIB catalán es el noveno de la zona euro, un 13 % por encima de la Unión Europea; la renta per cápita de los catalanes es de 31.090 euros, superior a la de Gran Bretaña, Francia o Italia; el crecimiento de Cataluña es del 3,5 %, superando a España y la Unión Europea; Barcelona ocupa el quinto lugar en el turismo de negocios. Lo mismo ocurre -somos los mejores- con la inversión extranjera, el sector industrial o la ocupación. Y no hay que olvidar -recuerda Puigdemont- que el 50% de los países de la ONU tienen una población inferior a la de Cataluña.

Pero, Cataluña -¡qué pena!- tiene un problema: España. Dice: «si analizáramos los costos de la dependencia, nos ruborizaríamos; y si tenemos en cuenta el costo per cápita y el esfuerzo fiscal individual, el rubor pasa a indignación». La solución: «construir un Estado a favor de todos los catalanes». Hay indicios para sospechar que la hipótesis del chovinismo del bienestar cuadra con al caso que nos ocupa. El diálogo anunciado por el gobierno del Estado deberá lidiar con esta mentalidad.

Ver los comentarios