Barcelona recupera siete cerámicas perdidas de Josep Aragay

Se trata de siete «joyas novecentistas» creadas en 1931 y a las que se había perdido la pista en los años sesenta

Una de las obras de Aragay recuperadas ABC

D. M.

Estaban a la vista de todo el mundo, instaladas en el pasillo de una antigua guardería, pero nadie había reparado en ellas. Llevaban en paradero desconocido desde los años sesenta y así hubiesen seguido si alguien no hubiese reparado en que en una de las doce baldosas podía leerse el nombre de Josep Aragay, uno de los nombres más destacados de ese novecentismo que acabaría eclipsando el modernismo. Suya es, por ejemplo, la decoración de la fuente de Santa Anna, bisagra urbanística que conecta Portal de l’Àngel con la calle Cucurulla, por lo que el hallazgo de siete obras con su firma no hacen más que enriquecer el patrimonio artístico de la ciudad.

Las piezas, siete cerámicas realizadas en 1931 por encargo de la Caixa de Pensions per a la Vellesa i d’Estalvis, fueron instaladas inicialmente en un instituto antituberculoso del paseo San Joan (entonces paseo de la República), pero fueron trasladadas en los años sesenta al edificio Pere Calafell del barrio de Sant Martí de Barcelona en la que han sido localizadas. Un cambio de sede que facilitó que le perdiera el rastro a este conjunto que Aragay decoró con motivos infantiles y que el Ayuntamiento de Barcelona, actual propietario del inmueble tras comprarlo en 2016 por 1,6 millones de euros, acaba de rescatar del olvido.

Los especialistas han podido constatar que las cerámicas corresponden a la obra del artista barcelonés porque en el Museo Municipal Josep Aragay de Breda se encuentran los esbozos que hizo de las piezas. La comparación de estos esbozos con la obra mural ha permitido verificar el descubrimiento, que hicieron los miembros del Centre d’Estudis Sant Martí de Provençals. Los expertos en la obra de Aragay, califican estas cerámicas como «joyas del novecentismo cerámico».

El Museu Josep Aragay de Breda, el Centre d’Estudis de Sant Martí y el Ayuntamiento de Barcelona se están coordinando para organizar una exposición en el espacio expositivo Pere Calafell de estas cerámicas, en la que también se mostrarán los esbozos originales y se explicará la relevancia y significado de este descubrimiento.

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