José Rosiñol - TRIBUNA ABIERTA

Astucia e intencionalidad

El CEO actúa como esas «estructuras de Estado» que se convierten en meros instrumentos independentistas

José Rosiñol
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No nos engañemos, ya hace demasiados años que estamos lidiando con una forma impropia de entender la política en las democracias y con una utilización de las instituciones públicas en beneficio de un interés privado. El nacionalismo ha puesto al servicio de su causa todas las organizaciones públicas.

El plan trazado por Jordi Pujol así lo preveía desde finales de los años ochenta: el control obsesivo de las instituciones públicas, el sistema educativo y los medios de comunicación. Sin embargo, uno de los elementos principales de dicho plan y su base pragmática es la adaptación al medio, el engaño y el cinismo como método, como no podía ser de otra manera. Artur Mas es el mejor ejemplo: “Tenemos que engañar el Estado”.

Más allá de la paradoja que significa que el que era el principal representante del Estado en Cataluña quisiese engañar a quien representaba, debería ser una señal de alarma ante este desafío. No podemos aceptar los cantos de sirena de un proceso independentista renqueante. Sus opciones pasan por aumentar aún más la tensión social para justificar los posibles pasos futuros hacia la ilegalidad. Estamos ante el momento más peligroso.

Por ello hay que contextualizar cualquier información, declaración o estudio empezando por la última oleada del CEO en la que un hipotético “referéndum de autodeterminación” lo ganarían por la mínima los partidarios del “no”. No nos dejemos desbordar por la alegría. El CEO actúa como esas “estructuras de Estado” en manos del nacionalismo que se convierten en meros instrumentos independentistas. Por otro lado tenemos un Gobierno sin mayorías estables y suficientes para gobernar, con una izquierda populista rendida al relato nacionalista, un socialismo desnortado y unos partidos nacionalistas que niegan España.

Todo ello nos da un contexto en el que el estudio del CEO encaja perfectamente en su intencionalidad: una nueva trampa con la que engañar al Estado y al Gobierno. Lo que el CEO nos dice es ¿por qué no celebrar un referéndum si sabéis que lo vais a ganar y lo vamos a perder nosotros? ¿Por qué no queréis “dialogar” con el viento a vuestro favor?

Si logran forzar este referéndum habrán logrado su primer y más importante objetivo previo a la separación: convertir a Cataluña en sujeto político y normalizar las reclamaciones independentistas entre los actores internacionales. Por otro lado, si se lleva a cabo la consulta y la pierden, ya tendrán su estrategia de salida para posponer sus planes cinco o diez años –esperando los frutos electorales del adoctrinamiento del sistema educativo-, y, si logran la victoria, la fractura se ahondaría entre los catalanes y el escenario sería más que preocupante.

Por ello, no nos dejemos engañar. Seamos inteligentes, reforcemos en Cataluña esa sociedad civil no controlada por el separatismo. Recuperemos los símbolos abandonados por el nacionalismo. Hagamos pedagogía de nuestra democracia, de nuestras normas, de nuestra Constitución. Creemos un relato plural e inclusivo. Espero que hayamos aprendido bien la lección. Nos jugamos mucho. Nos jugamos la convivencia y nuestro país.

José Rosiñol es socio fundador de Sociedad Civil Catalana

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