Alberto Villagrasa - Tribuna abierta

Batlle versus Colau

«Los meses de julio y agosto están siendo una auténtica pesadilla en materia de inseguridad tanto para los barceloneses como para las personas que visitan la ciudad»

Ada Colau, en las fiestas de Gràcia EFE

Alberto Villagrasa

Los meses de julio y agosto están siendo una auténtica pesadilla en materia de inseguridad tanto para los barceloneses como para las personas que visitan la ciudad. Prácticamente, casi cada día, hay noticias de robos con violencia, apuñalamientos, enfrentamientos graves en la vía pública o problemas de desorden público en las calles de Barcelona. No he conocido a nadie que no recuerde una situación como la actual de tanta inseguridad y violencia en los últimos veinte años en la capital catalana. Desde el gobierno municipal hemos visto dos posturas totalmente contrarias. La más seria y responsable ha venido por parte del responsable de seguridad en el Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, que reconoce que Barcelona sufre una crisis de seguridad. Sólo reconociendo que hay un problema, es cuando puedes trabajar con ciertas garantías para poder buscar soluciones.

Pero luego hemos tenido otra respuesta de una gran irresponsabilidad por parte, cómo no, de la alcaldesa Ada Colau diciendo que todo lo que sucede son hechos puntuales. Es decir, según Colau, que en estas semanas de agosto haya cada día un grave altercado, peleas y un elevado número de robos en las calles y en el Metro de Barcelona, es solo un hecho aislado que no tiene nada que ver con la realidad que vive la ciudad. Estamos en los índices más altos de delincuencia de toda España y entre los más altos de Europa, estamos dando una imagen lamentable de Barcelona tanto a nivel nacional como internacional y para la alcaldesa todo esto es coyuntural. Qué gran irresponsabilidad y cinismo del que ha hecho gala Ada Colau. Al final no es de extrañar todo lo que está pasando en la ciudad, pues una inmensa responsabilidad de la grave situación que vivimos es de ella misma y el resultado de su falso buenismo y su desprecio a la Guardia Urbana del pasado mandato. Y con estas declaraciones la verdad es que no empieza mucho mejor esta legislatura; no reconocer la crisis de seguridad que hay en Barcelona es de una insolvencia política sin medida.

Tampoco se queda corto el Consejero de Interior, Miquel Buch, un conseller totalmente desaparecido y que parece que todo lo que pase en la ciudad de Barcelona no va con él. Nunca un responsable de interior de la Generalitat de Cataluña estuvo tan ausente y con una dejación de funciones tan flagrante. Miquel Buch por dignidad política tendría que dimitir de un cargo que nunca ha ejercido con la debida diligencia que se merece desde que se le nombró.

Parte de la solución pasa por dejar trabajar a Batlle y creer en la Guardia Urbana; pasa por la buena, efectiva y real coordinación con los Mossos d’Esquadra; y pasa por actuar con firmeza y sin complejos ante la grave situación que vivimos en Barcelona. Ahora, como decía, sufrimos el resultado de los últimos cuatro años de Ada Colau al frente del Ayuntamiento de Barcelona, por lo que no podemos esperar resultados milagrosos en dos semanas. El problema es saber si por un lado Miquel Buch seguirá ausente de sus responsabilidades con la ciudad de Barcelona; y de otro, si Ada Colau llegará a ser consciente realmente del problema que tiene la cuidad y dejará trabajar a Albert Batlle para mejorar la seguridad de las calles de Barcelona.

ALBERTO VILLAGRASA ES EXPERTO EN SEGURIDAD CIUDADANA Y EXDIPUTADO DEL PP EN EL PARLAMENT

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