Sociedad

Varapalo de la UE ante el problema del lobo: rechaza cambiar la directiva que protege a la especie al sur del Duero

Sólo plantea medidas alternativas y «flexibilidad» para controlar el animal

Miembros de la UE, en su visita a una explotación de ganado en Ávila EFE

ABC.ES

Con los cuerpos de once ovejas muertas y otras cinco heridas de una explotaci ón en la localidad salmantina de Ahijal de los Aceiteros con 56 sobre la mesa en un nuevo ataque de los lobos al sur del Duero, donde la especie está protegida por una normativa comunitaria, miembros de la Comisión Europea comprobaron ayer sobre el terreno lo que es la ganadería en extensivo , donde la convivencia con los cánidos está marcada por la «conflictividad» y los ataques.

Desde Bruselas a Ávila para conocer a pie de campo la «problemática» -hoy visitarán dos pueblos de la provincia de Zamora, otro de los puntos calientes- e intentar buscar soluciones. Y, si bien la Unión Europea tiene claro que la normativa comunitaria que protege al lobo no se cambiará y al sur del Duero continuará siendo especie no cazable -al norte sí es cinegética y puede abatirse con cupos fijados y delimitados-, sí está dispuesta a dar cierta «flexibilidad» en la aplicación de la directiva Hábitat de 1992.

«Las derogaciones no son la primera alternativa», reconoció el director de capital natural de la dirección general de Medio Ambiente de la Comisión Europea (CE), el portugués Humberto Delgado, tras la reunión con la Junta de Castilla y León para conocer los detalles de la situación. «Queremos encontrar las formas inteligentes de aplicar las directivas según su texto legal», apuntó el responsable de la CE, para quien el cambio del régimen jurídico al sur del Duero «no sería la solución más eficaz a corto plazo», informa Efe. Su planteamiento es ver «cómo se puede acceder a esa flexibilidad» de la norma, lo que se plasmará en un documento que se está elaborando para «clarificar».

Medidas de prevención eficaces

En este sentido, apuntó que «la primera alternativa es ver qué medidas de prevención pueden ser más eficaces y cuándo», para, después, si eso no funciona, ejercer un control de la población del lobo viendo «en qué condiciones» y teniéndolo «claro jurídicamente». «Eso es dar la verdadera flexibilidad que las directivas admiten», aseveró el responsable de Medio Ambiente de la Comisión.

«Nuestro interés coincide con la Unión Europea y su plan de acción por la naturaleza, las personas y la economía ante problemas de aplicación de la Directiva Hábitat», reconoció el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones , quien incidió en que la convivencia entre el lobo y la ganadería en extensivo supone una «preocupación de primera magnitud» para su departamento. «Está en peligro el modo de vida, la cultura, la economía y, sobre todo, la población del mundo rural», con el consiguiente «peligro de despoblación del territorio», recalcó Suárez-Quiñones, quien también acudió a la reunión con los representantes de la UE que se desplazaron a Ávila fruto del ofrecimiento que el propio consejero hizo en mayo durante una reunión en Bruselas para explicar esta «problemática».

«Presión a los ganaderos»

Suárez-Quiñones valoró los «efectos positivos» de la directiva europea por la que se protegió el lobo y la gestión de la Junta como administración tutelante de la especie en Castilla y León, la comunidad donde el cánido tiene una mayor presencia. Prueba de ello, señaló, los datos: se ha pasado de los 400 ejemplares contabilizados en los años setenta a los 1.600 en 179 del último recuento, en 2012. Algo que, advirtió el consejero, además de redundar en la conservación y expansión de la especie está «generando unos problemas de interés de los ganaderos».

Ávila es la provincia más afectada por los ataques de lobos

Ante esta situación, el director de capital natural europeo reconoció que «la presión de los grandes carnívoros no puede estar sólo en las espaldas de las comunidades rurales», ya que, en su opinión, es «un problema para toda la sociedad, también la europea».

Suárez-Quiñones también reconoció que «probablemente no es necesario» cambiar la directiva europea, que la Comisión no está dispuesta a modificar, sino que, añadió, «hay que interpretarlas, porque «establecen excepcionalidades». De hecho, la reclamación de la Junta es que la UE «confíe» en ella a la hora de llevar a cabo una gestión de los lobos al sur del Duero.

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