Cártel para indicar el fin del término de Quintanilla de Onésimo
Cártel para indicar el fin del término de Quintanilla de Onésimo - ABC
Sociedad

San Leonardo de Yagüe y Águeda del Caudillo, dispuestas a perder su «apellido» franquista

Quintanilla de Onésimo cree que «no hay voluntad» de los vecinos para cambiar y Alcocero de Mola lo ve «una broma»

Valladolid Actualizado: Guardar
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¿Seguir o no con el «apellido» o cambiar el DNI de la localidad? Es la cuestión que se plantean en cuatro localidades de Castilla y León, Quintanilla de Onésimo (Valladolid), San Leonardo de Yagüe (Soria), Alcocero de Mola (Burgos) y Águeda del Caudillo (Salamanca) después de que un abogado haya anunciado acciones legales contra ocho alcaldes de otros tantos pueblos españoles por considerar que incumplen la Ley la de Memoria Histórica.

Y antes de verse en el juzgado, algunos han decidido adelantarse a los acontecimientos y mover ficha para perder ese apellido franquista. Es el caso de San Leonardo de Yagüe y Águeda del Caudillo, que ya han anunciado que cambiarán el nombre de sus pueblos. El alcalde de la localidad soriana, Jesús Elvira (PP), aseguró a Efe que convocará al pleno municipal en los próximos días para cumplir la ley y suprimir el apellido de la localidad donde nació el general Juan Yagüe Blanco (San Leonardo de Yagüe, 1892-Burgos, 1952).

Un teatro-cine, una plaza, un monolito y un busto de piedra en el salón del Ayuntamiento dedicados al general, nombrado «hijo predilecto» del pueblo en 1952, son otros vestigios de esta época que aún se conservan en San Leonardo.

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Por su parte, el regidor de Ciudad Rodrigo, Juan Tomás Muñoz (PSOE), explicó ayer que ya ha dado orden alcalde pedáneo de Águeda del Caudillo, Germán Florindo, también socialista, para que convoque una Junta Vecina extraordinaria para cumplir con la Ley de Memoria Histórica y cambiar el nombre del pueblo, algo que ya solicitó el Pleno mirobrigense el pasado mes de octubre. Esta pedanía, a tres kilómetros de Ciudad Rodrigo, fue inaugurada por el propio Franco en 1954 para asentar nuevos colonos.

Esperando la denuncia

A la espera de que llegue oficialmente la noticia están en Quintanilla de Onésimo, la localidad vallisoletana que tomó como apellido el nombre de su paisano Onésimo Redondo en 1941. Si llega pedirán «asesoramiento» para proceder de la «manera correcta», señaló a ABC su alcalde, Raúl Piquero (PP), quien asegura que en este pueblo de algo más de mil habitantes «todo el mundo está tranquilo» y «el sentir de la gente es que no debemos cambiar». «Sería un gasto terrible», advierte el regidor, quien deja claro que «no tenemos empeño en ninguna de las dos cosas, ni que sí ni que no cambiar el nombre». «Fue un vecino del pueblo», recuerda, a la vez que subraya que para la mayoría de los vecinos siempre se ha llamado así y Quintanilla de Onésimo sólo evoca a su localidad «no al franquismo». Si llega la sentencia que obliga a cambiar, lo hará, aunque cree que «igual» antes habría que consultar a los vecinos.

Como «una broma» en «el día de los Santos Inocentes» ve el alcalde de Alcocero de Mola, Juan Bautista Sagredo (PP), la denuncia presentada por el letrado Eduardo Ranz. Es parte de la historia, señaló el regidor de esta localidad burgalesa de unos treinta habitantes donde «de toda la vida» han conocido así el pueblo que toma su apellido del general Emilio Mola, fallecido en este pueblo al estrellarse su avión en 1937.

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