Salir de la parálisis

España por la inestabilidad de las dos últimas legislaturas y esta Comunidad, por contagio y el cansancio de la Junta en los ocho últimos años, se encuentran paralizados, desaprovechando un momento de bonanza económica. Se han perdido muchos trenes, además de permitir por dejación el crecimiento del nacionalismo catalán y de los partidos anti-sistema, situados en extremos opuestos, Vox y Podemos. La salida del túnel resulta compleja por falta de cultura política de pactos y gobiernos en coalición; ausencia de liderazgo en el PP con presencia ahora activa de barones que llevaron al partido a la debacle; indecisión de Albert Rivera, mal aconsejado, y la idea de los partidos extremos y una franja de populares, la que pacta en municipios con Vox, de «cuanto peor, mejor».

Tienen razón, pero mejor para el PSOE a los que una repetición de elecciones, que anhelan, les conduciría a una mayoría absoluta o casi. Dentro de cuatro días caerá la primera ficha del dominó, la formación de consistorios. La presión cae en esta región sobre Ciudadanos, como en casi toda España, y serán parte del problema sino pactan a derecha e izquierda. Alfonso Fernández Mañueco ha aceptado la limitación de mandatos con unas condiciones difíciles de admitir por Igea.

En horas, este debería presentar alternativas a PP y PSCL, para repartir poder y entrar en coaliciones dónde le interese, pues las vacilaciones de la semana pasada le han hecho perder crédito, que se le acabará el 15 de junio.

Cs es un partido de centro, obligado a regenerar y mesurar políticas partidistas, pero se confunden al querer ocupar un espacio impropio, el del PP. La obsesión del sorpasso les confunde: ganarán en votos si adoptan iniciativas, cierran acuerdos y los explican (disponen de cuatro años, si garantizan la estabilidad).

Dudar, esperar y claudicar con trágalas es fracasar y caminar hacia la irrelevancia. Francisco Igea tiene, parte de la solución en sus manos, si Villegas que circula con luces cortas, no lo impide.