Renault producirá mil coches menos al suprimir el tercer turno en Palencia
Los sindicatos radvierten del impacto en la Comunidad por la eliminación de 500 puestos de trabajo y piden medidas para incentivar las ventas
Que «si Renault se resfría, Valladolid estornuda» es más que un dicho propio del acervo popular de la provincia que bien se puede extender a toda la Comunidad, porque la realidad ha demostrado que las posibilidades de que se cumpla son muchas. Por eso no es de extrañar que en Castilla y León hayan saltado todas las alarmas tras el anuncio de la empresa automovilística de ajustar los turnos en las dos factorías de la región (Palencia y Valladolid) -también en la de Sevilla- que en la práctica supone la pérdida de empleo. La eliminación de 450 contratos en la planta palentina , al suprimirse el tercer turno, así como de otros 50 puestos de trabajo de las líneas concatenadas de Carrocerías, en la factoría vallisoletana, se justifica, según la dirección de Renault, en la bajada de la producción que se ha programado a partir del mes de diciembre, de forma que la previsión es que salgan de la planta de Palencia mil coches menos, al pasarse de los 5.500 actuales a 4.500.
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Son datos que la compañía automovilística facilitó ayer al Comité Intercentros, al que informó de los cambios que se van a producir en la producción a partir del 30 de noviembre y que afecta fundamentalmente a la planta de Villamuriel de Cerrato, en la que se fabrican el Megane y el Kadjar. La dirección de Renault argumentó, además, la tendencia a la baja de las ventas, tanto a nivel nacional como europeo, así como a la incertidumbre generada con los vehículos diesel.
Precipitación
Unas explicaciones que para nada han convencido a los representantes sindicales, que han exigido a la empresa automovilística que preserve el empleo y adopte las medidas necesarias para mantener los puestos de trabajo. Desde Comisiones Obreras, Rubén González Pablos, aseguró que se trata de una medida «precipitada» y reclamó a la compañía que «explore otras vías», no sin antes recordar que en julio de 2018 también suprimió el turno de noche en Palencia y por las mismas razones. A su juicio, el problema es que no hay una adecuada planificación y se concentra toda la producción en un periodo corto de tiempo y luego se baja el resto del año. Para solucionar esta situación, según González Pablos, Renault debe de tomar las medidas correctoras necesarias, entre ellas «incentivar la venta de los modelos fabricados en España».
Los representantes sindicales también advierten de que «la situación del sector de la automoción está pasando por momentos complicados debido a que se está produciendo en ella una de sus mayores transformaciones habidas a lo largo de su historia». Por ello, «necesitamos los mejores gestores para no poner en peligro las factorías y el empleo, tanto directo como indirecto, y que las personas trabajadoras, una vez más, volvamos a ser los paganos de esta coyuntura», señaló el dirigente de Comisiones Obreras. Y es que, además, avisó de que la pérdida de puestos de trabajo en Renault «impacta» en el empleo directo e indirecto no sólo de Valladolid y Palencia sino de toda la Comunidad por lo que pidió que «se haga un esfuerzo».
Por su parte, UGT reclamó que no se rescinda ningún contrato eventual antes de su finalización para tratar de que generen derecho a la prestación por desempleo. Además de reclamar las previsiones de actividad de las factorías de cara el final de 2019 y 2020, los representantes sindicales reclamaron un control exhaustivo de las horas extra y las prolongaciones de jornada ya que «en ningún caso deben provocar la supresión de puestos de trabajo. «Lamentamos que una vez más seamos los trabajadores los que tengamos que pagar las consecuencias de los vaivenes del mercado», señalaron.
La próxima reunión de la dirección de la compañía del rombo con el Comité Intercentros está prevista para el 2 de octubre. Una vez finalizado el periodo de consultas, como manda la ley, aunque los sindicados rechacen las medidas de la empresa, estas podrán ejecutarse a pesar de no contar con un acuerdo.
