F. Heras
Cultura

«La Orquesta Sinfónica tiene que ser un atractivo turístico más»

El nuevo director titular de la Oscyl, Andrew Gourlay, tomará a partir de enero las riendas de la agrupación con el reto de «conectar más con la audiencia» y «proyectar su nombre por todo el mundo

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El hasta ahora director invitado de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, Andrew Gourlay, asumirá las riendas de la agrupación a partir de enero. A pesar de su juventud (supera por poco la treintena), cree que tiene «la experiencia suficiente» para hacer «algo interesante». Entre sus retos, «conectar más con la sociedad»: «Castilla y León entera debe sentir algo especial con esta orquesta», considera.

-Ha pasado un mes desde que se conoció su nombramiento como director titular de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. ¿Le ha dado tiempo a asimilar la noticia?

-Creo que no me ha convertido en alguien muy diferente. Antes del anuncio esperaba que algún día este puesto pudiera ser posible. Ahora, la diferencia es que tengo algo concreto y para mí es muy interesante porque puedo pensar a más largo plazo.

-¿Cuál considera que debe ser su trabajo al frente de la Orquesta?

-(Suspira). Sobre el repertorio, es imposible de decir ahora. Respecto a mi tarea en sí, creo que debe haber un diálogo entre la orquesta, la audiencia y el director. Debe ser un triángulo. Lo más importante es que la Orquesta tenga un camino ascendente; sea, poco a poco, más fuerte e interesante y podemos crear un sonido para ella. La OSCyL es muy joven, sólo tiene 24 años, y para crear un sonido especial necesitamos tiempo.

-Se formó al lado de grandes directores ingleses como Sir Roger Norrington o Haitink, ¿qué recuerda de aquellos años?

-Ambos son muy diferentes. Norrington ha hecho algo muy importante por la música clásica en Inglaterra. Es muy interesante su trabajo con las sinfonías de Mendelssohn. Me enseñó también a que si pienso algo sobre una determinada composición y no coincido con otros directores no es un problema. Debo hacer lo que yo creo. Con Haitink tuve la oportunidad de recibir lecciones individuales y espero algún día poder trasladar aquí su técnica y su idea de música, especialmente con las grandes obras de Wagner.

-La OSCyL ha estado tres años sin director titular. ¿Cree que le ha afectado?

-En este sentido creo que quizá podré pensar un poco diferente a partir de ahora que mantendré una relación especial con los músicos y tendré confianza para hacer lo que yo creo que es importante para su evolución. Cuando ejercía como director invitado, no sabía si la orquesta podía conectar con mi idea de música, ahora podré reconocer que hay algo especial entre yo y los músicos y espero que también influya cuando me toque dirigir otras orquestas.

-Aunque con tres años de diferencia, sucede en el cargo a otro director muy joven, Lionel Bringuier. ¿Qué valor añadido considera que puede aportar la juventud?

-No tengo claro que sea algo que se vea con buenos ojos. Espero que no suponga un problema. Siempre es difícil para una orquesta elegir un director joven para hacer algo con responsabilidad. Para un proyecto corto, es fantástico poder decir tengo al frente un director joven, pero para un puesto con responsabilidad, no está bien visto. Mi relación con la música viene de hace mucho tiempo. Primero tocando -piano y trombón- y luego como director primero asistente e invitado, y ahora titular. Creo que tengo la experiencia necesaria para hacer algo interesante.

-Cuando fue presentado dijo que quería hacer de la Orquesta el centro cultural de la ciudad.

-No sólo de Valladolid, sino de toda la Comunidad. Castilla y León entera debe sentir algo especial con esta orquesta. Ahora no sé exactamente cómo. Hablo mucho de ello con Jordi Gimeno (el gerente de la OSCyL). Quiero conectar más con la audiencia y quiero que conecte también la orquesta no sólo como agrupación, sino cada uno de los músicos.

-La Junta tiene claro que una de las claves para el crecimiento de la Orquesta, de cara a su 25 aniversario, es su proyección internacional. ¿Cómo conseguirlo?

-Creo que con una mezcla de giras, grabaciones y un buen marketing hay posibilidad de proyectar el nombre de la orquesta por todo el mundo. Debe ser un gran proyecto. Las grabaciones ahora son más complicadas con plataformas como Spotify. Respecto a las giras son importantes para establecer una relación entre los músicos; no solamente con ensayos y conciertos, también en el bar. Es importante llevar nuestra música a diferentes países, pero también tratar de traer algo de otras músicas aquí. En esta tierra, con el vino, hay una gran oportunidad de turismo. Yo, que soy de Inglaterra, veo que en España hay demasiados ingleses, pero no aquí.

-¿Puede ser, entonces la Orquesta un atractivo turístico más?

-Sí, tendría que serlo.

-¿Qué compositores le gustaría introducir una vez que coja la batuta de la dirección titular?

-Lo veremos cuando diseñemos la primera temporada, pero no quiero sólo introducir nuevas obras, música contemporánea. Debe ser una mezcla entre nuevas obras y las más conocidas por la audiencia. Pero lo más importante es interpretar las obras a un nivel lo más alto posible. Siento no poder ser más específico de momento.

-El jueves y viernes tuvieron lugar los conciertos del Homenaje al Abonado -el público elige las obras que quiere escuchar-. ¿Es la mejor forma de implicar a la audiencia?

-Me gustan estos conciertos porque en ellos estoy seguro que la audiencia quiere escuchar estas obras, pero no querría que fuese así siempre porque la audiencia sólo escucharía la música que conoce bien. Quiero que haya sorpresas con los conciertos que elegimos.

-Uno de las tareas pendientes del auditorio es atraer al público joven. ¿Cuál cree que debe ser la vía?

-Quizá tenga que ver el precio de las entradas, el programa, el ambiente... Para mí es muy importante que haya público joven en mis conciertos porque puedo sentir la diferencia. Se percibe una actitud más espontánea. A veces se les manda inmediatamente callar y no me gusta. Se crea una atmósfera especial, algo más vivo. Creo que debemos crear proyectos específicos para atraerles.

-¿Pero qué tipo de proyectos?

-No siempre obertura, concierto, sinfonía... Espero que cuando se anuncie mi primera temporada haya un repertorio interesante para todos.

-¿Qué legado le gustaría dejar a la Orquesta?

-(Ríe). ¡Es demasiado temprano para pensarlo! No sé... Me gustaría que en un futuro la Orquesta reconociese que este puesto no sólo me sirvió a mí, sino que quise hacer lo mejor para ella.

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