Un nuevo ataque a colmenas confirma la presencia del oso en Sanabria (Zamora)

Este territorio fue un hábitat común para el plantígrado hasta los años treinta del siglo pasado

Imagen de archivo de un oso pardo ICAL

ABC

La comarca zamorana de Sanabria ha registrado en los últimos días el segundo ataque del oso a colmenares de la zona en poco más de dos meses, lo que confirm a la presencia del plantígrado en ese territorio que fue hábitat común del oso pardo hasta los años treinta del siglo pasado.

En los últimos ochenta años únicamente se había detectado un ejemplar de oso en el entorno de la localidad de Muelas de los Caballeros (Zamora) entre 2013 y 2014, pero este año se ha constatado su paso por dos lugares muy alejados de la comarca: La Tejera y San Ciprián de Sanabria. En ese último término municipal, ha hecho acto de presencia en la última semana, donde ha acabado con un nuevo colmenar que había instalado el apicultor Daniel Prieto, según ha explicado este sábado a Efe el propio afectado.

En total, el oso ha causado destrozos en once colmenas nuevas recién colocadas montaña arriba de San Ciprián de Sanabria, a unos dos kilómetros del casco urbano y a unos 1.150 metros de altitud sobre el nivel del mar, en las estribaciones de la Sierra de la Cabrera.

Este apicultor que cuenta con cerca de 450 colmenas en seis emplazamientos distintos ha reconocido que al menos ha sido afortunado al percatarse del ataque de forma rápida y producirse éste en un colmenar nuevo en el que únicamente tenía once núcleos, ya que en otros tiene hasta un centenar de colmenas .

En un principio creyó que el causante de los daños era un tejón, pero tras dar aviso a los agentes de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, analizar los rasgos de la garra y una huella nítida que apareció en las inmediaciones no hubo dudas de que se trataba de un oso. También se ha enviado a analizar un mechón de pelo y al día siguiente de comunicar el incidente a Medio Ambiente ya disponía de un pastor eléctrico para proteger otro de los colmenares que tiene en la zona.

Del mismo modo, se han instalado cámaras para intentar fotografiar al ejemplar, medidas similares a las adoptadas a finales de abril en otro ataque de oso a un colmenar en La Tejera. En aquella ocasión el oso llegó a ser avistado con cámaras y se comprobó por los daños que el que el plantígrado atravesó después la frontera con Portugal, país en el que no se constataba la presencia de este animal en libertad desde hacía dos siglos.

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