La CHD niega acumulación de topillos muertos en sus cauces

Incide en que la margen de ríos y arroyos «no es el origen del problema»

Topillos en el río Valdeginate ABC

I. J.

Por el momento no se han detectado «problemas significativos o acumulación de cadáveres» de topillos en los cauces, arroyos y canales gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Así lo aseguró ayer el Organismo de Cuenca a través de un comunicado que llega unos días después de que desde la Junta de Castilla y León, su vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, apuntase a la CHD y señalar que iban a pedir explicaciones por su actuación al considerar que era en sus canales donde se concentraba el problema de los topillos.

Una sobreabundancia de animales que ha llevado a detectar ya 18 casos confirmados de tularemia vinculados a los roedores, además de otros 28 que están en estudio, focalizados en la provincia de Palencia. También en respuesta a la denuncia de las organizaciones agrarias, que han criticado la, a su juicio, «inacción» de la Confederación ante la plaga que afecta especialmente a la comarca de Tierra de Campos, además de reprochar que derive la responsabilidad de recogida de los cadáveres en las comunidades de regantes.

Desde la CHD incidieron ayer en que están «apoyando» a esos regantes que han «solicitado» su ayuda en la «limpieza y retirada» de los topillos muertes. Ponen, incluso, ejemplos de su actuación, como el Canal de Retención, en Palencia, en el que la organización Asaja denunció con fotografías la presencia de centenares de cadáveres de roedores acumulados.

En cuanto a los cauces de ríos y arroyos, sobre los que sí tiene dominio, recordó también que la acumulación detectada hace unos días en el Valdeginate «ya está solucionada». E incide en que no ha notado anomalía, a la vez que apunta al origen del problema en campos.

«A pesar de haber aumentado la vigilancia» sobre esos cauces, «lo único que ha observado la guardería de la CHD es la presencia de topillos por los campos aledaños y el entorno de ríos y arroyos, pero no acumulaciones de topillos muertos dentro de los cauces». Incide, además, en que esos espacios en las proximidades de las corrientes de agua «no son el origen del problema, sino el receptor de una explosión demográfica que es cíclica». Sin embargo, desde la organización Asaja han denunciado que los topillos se guarecen, entre otros lugares, en esos márgenes.

Comunicar el problema

Pero desde el Organismo de Cuenca insiste en que los cauces «completamente modificados por la transformación agraria no favorecen que el problema pudiera verse atenuado». Y defiende que una vegetación de ribera «desarrollada, estructurada y madura» sirve para albergar a los depredadores naturales de esos pequeños roedores.

Además, desde la Confederación, que defiende el trabajo que está realizando en este sentido, llaman a quienes detecten esa presencia de acumulaciones d topillos muertos en los cauces a que «lo comuniquen inmediatamente para proceder a su retirada».

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