Los 16.636 bebés que llegaron a la vida durante el pasado año en Castilla y León fueron la cifra más baja en décadas
Los 16.636 bebés que llegaron a la vida durante el pasado año en Castilla y León fueron la cifra más baja en décadas - ICAL
Sociedad

Los nacimientos de Castilla y León se desploman al nivel más bajo al menos desde 1941

La Comunidad registra el segundo peor saldo vegetativo en 2016 al registrar sólo 16.636 alumbramientos

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Aunque ya a casi nadie le puede extrañar que Castilla y León protagonice un nuevo descenso en el número de nacimientos porque es lo habitual en los últimos diez años, más significativo y concluyente es el hecho de comprobar que los 16.636 bebés que llegaron a la vida durante el pasado año fueron la cifra más baja en décadas, posiblemente en siglos, en la Comunidad. Las estadísticas así lo confirman al revelar que el número de alumbramientos en 2016 no tiene parangón al menos desde 1941, primer año con estadísticas oficiales -hasta 1975 el dato salía en función del lugar de inscripción del pequeño, mientras que después se registraba en función del sitio de residencia-.

Aquel año, en plena posguerra española, vinieron al mundo un total de 65.717 niños y niñas en la Comunidad, cuatro veces más que en este último ejercicio.

Sin tener datos anteriores oficiales pero viendo la elevada cifra de nacimientos de aquel ejercicio y los posteriores se puede deducir -y hay publicaciones que lo corroboran- que durante las décadas anteriores -al menos hasta mitad del siglo XIX- los datos de natalidad también eran sensiblemente superiores frente al paupérrimo resultado de 2016.

Castilla y León fue además la comunidad donde mayor reducción de nacimientos se produjo durante el pasado año con una caída del 4,3 por ciento -unos 700 menos- muy superior al 2,8% de descenso de media nacional. A excepción del mínimo repunte de 2014, la tendencia decreciente no ha cesado desde el año 2008 -comienzo de la crisis-, aunque las cifras de estos últimos ejercicios son similares a los de finales del pasado siglo. Eso sí, nunca por debajo de los 17.000 nuevos niños que ha arrojado un ejercicio que enciende aún más las alarmas sobre la crisis demográfica que se vive en la Comunidad desde hace tiempo.

Respecto a las defunciones, disminuyeron aun más que los nacimientos al pasar de 29.302 a 28.334 con un descenso del 3,3 por ciento, una décima por encima de la media del país. En todo caso, las cifras de muertes en Castilla y León permanecen más o menos estables desde el principio de siglo al moverse entre las 27.000 y las 29.300 pérdidas de vida que se registraron en 2015, el dato más elevado de toda la serie histórica, que arrancó en 1975. Del total de fallecidos, 14.423 fueron hombres y 13.911, mujeres, mientras que un total de 203 eran extranjeros.

Esperanza de vida, 83,9 años

Mientras, la esperanza de vida de los castellano y leoneses al nacer es de 83,9 años, la segunda más elevada de España tras la de los madrileños y empatados con navarros y riojanos. Al principio del siglo, se vivía una media de 81,1 años.

Con estos datos, Castilla y León cerró 2016 de nuevo con un crecimiento vegetativo negativo -diferencia entre nacimientos y defunciones- como lleva ocurriendo desde al menos los últimos 25 años. En esta ocasión, el «debe» en la región es de 11.698 personas, el segundo peor dato de España sólo superado por Galicia.

Por último, durante el pasado año se registraron un total de 7.451 matrimonios, de los que 2.480 se celebraron según la religión católica, mientras que algo más de 4.800 lo hicieron por una vía exclusivamente civil y 21 siguiendo algún otro rito religioso. En casi un diez por ciento de las bodas al menos uno de los cónyuges era extranjero.

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