Política
Los municipios que quieran recibir ayudas por mancomunarse tendrán hasta junio para pedirlo
La Junta convoca seis millones para «avanzar» en la ordenación ante la falta de apoyo político a la ley
«No es la situación ideal», pero la Junta quería «avanzar» en la ordenación del territorio y no quedarse «de brazos cruzados», de manera que este martes hace públicas las ya anunciadas ayudas para el fomento de las mancomunidades , tanto las «clásicas» y las urbanas como las rurales, cuya definición sigue enquistada. Se sigue adelante, así, con la «fórmula legal» encontrada para poder regatear el bloqueo político de más de un año a los mapas de unidades básicas rurales, cuya aprobación, en principio, era un paso previo a las subvenciones. De hecho, la asociación de municipios en este ámbito aún por demarcar oficialmente tiene reservada la mayor proporción de los fondos de la convocatoria.
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Con cargo a los presupuestos de 2018, la orden que hoy se publica prevé un total de seis millones de euros , un crédito que es ampliable, para fomentar la asociación voluntaria y eficiente de municipios de cara a la prestación de servicios. Las ayudas, que podrán destinarse a gastos corrientes o a inversiones , se distribuyen en 1,5 millones para la mancomunidades «tradicionales», 1,6 para las urbanas -que ya obtuvieron en visto bueno de las Cortes- y 2,9 para aquellas que se creen en el ámbito rural. Desde hoy, todas ellas cuentan con casi cuatro meses, hasta el 29 de junio, para constituirse o iniciar el proceso de forma oficial. En el caso de que los mapas rurales se aprobaran, el plazo para éstas áreas se prolongaría, explicó este pasado lunes el vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez .
Dos escenarios
El apartado más controvertido de la convocatoria es el que se refiere al ámbito rural, donde se plantean dos escenarios . El primero, sería en el caso de que los mapas que las definen fueran aprobados en las Cortes, un panorama poco probable a corto plazo dado que el PSOE ha reiterado su negativa y se necesita el respaldo de dos tercios del Hemiciclo . No obstante, «en esta vida no hay que perder la esperanza», señaló De Santiago-Juárez, y se contempla este supuesto. Ante la previsible falta de tiempo para la constitución de mancomunidades de interés general, se daría por válido que los beneficiarios manifiestaran su conformidad con la unión. Para ello, se requeriría que se mostraran en pleno a favor de la iniciativa la mitad de los municipios del área -si cuentan con la mitad de la población-, o un número indeterminado si superan el 70% de los habitantes.
Más probable se antoja el segundo supuesto. Si no se consigue el acuerdo político en los próximos meses. En este caso, la ley permite que se pueda prestar apoyo a toda mancomunidad que se agrupe para la prestación de servicios, y, aferrándose a ello, la Junta plantea que las sustitutas provisionales a las unidades básicas del modelo de ordenación sean agrupaciones de municipios cuyo territorio coincida con las zonas básicas de salud -en un 80% comparten de «forma sustancial» las características de las 177 áreas rurales de los mapas de la discordia-. Las mismas, deberían desarrollar cuatro de los siguientes fines: recogida de basuras, limpieza viaria, alumbrado público, red de alcantarillado, parques y jardines, servicios de información y promoción turística o informes de licencias urbanísticas. Si la falta de tiempo fuera un obstáculo, también se tomaría por valido un pronunciamiento en pleno a favor de la asociación.
En lo que respecta al medio urbano, la creación de mancomunidades de interés general «ya es posible» porque las trece áreas funcionales fueron aprobadas . Como en el resto de casos, bastaría con la manifestación de los municipios en sesión plenaria a favor del asociacionismo, requiriéndose que, al menos, este paso cuente con el beneplácito del ayuntamiento principal y de un tercio del alfoz. En el caso de que sobraran fondos, éstos irían a la hucha de la cohesión territorial.
Finalmente, se contemplan también ayudas a las mancomunidades «clásicas» . Es a las que menos fondos se destina. Se las exige, por un lado, que cumplan con unos requisitos de ámbito territorial y con todos sus fines; y, por otro, que estén al día en sus obligaciones legales y presupuestarias. Actualmente sólo el 10,4% de las 238 existentes lo está. Podría darse el caso de que alguna de estas agrupaciones coincidiera territorialmente con una zona básica de salud. Si asumieran cuatro de los servicios que propone la convocatoria para asociación rural, también podrían optar a la ayuda de ese ámbito.
En todos los casos, está prevista una dotación máxima, calculada como si todos los posibles beneficiarios se presentaran y cumplieran. La cantidad varía de un supuesto a otro en función de criterios como el número de municipios y entidades locales menores, la carga de competencias o la población.
